El Sevilla sabe tocar el violín
El equipo de Juande, con más talento y menos furia, vence en Anoeta y sigue líder - Van Nistelrooy golea para el Madrid
Con más talento y menos furia, el Sevilla se ha instalado en la gran pasarela del fútbol español. A sus dos títulos europeos, el equipo de Juande Ramos añade ahora un merecido liderazgo en la Liga. Un podio conquistado a lo grande, con siete goles a favor en dos jornadas. Nada que ver con la racanería que distinguió al Sevilla en los tiempos de Joaquín Caparrós, cuando el centenario club del Nervión copaba las páginas de sucesos. Hoy, con Monchi y Ramos a la cabeza, el Sevilla ha tejido una plantilla tan amplia como talentosa, con todas las posiciones duplicadas. Tal es el álbum de Juande que ayer en Anoeta (1-3) no participaron jugadores del relieve de Chevantón, Luis Fabiano, Maresca, Puerta, Duda y Aitor Ocio. Y nada mejor que alcanzar el gol 3.000 en Primera desde el puesto de líder. Posición desde la que afrontará la próxima jornada un examen de lo más exigente: un cuerpo a cuerpo con el Betis, un conjunto que Irureta se ha visto obligado a barnizar y que ayer vapuleó al Athletic (3-0).
Sólido y estético el Sevilla, la jornada sirvió de gran presentación a Van Nistelrooy, que se dio un empacho a costa del blandengue equipo que ha construido López Caro por Levante (1-4). El holandés marcó tres, falló un penalti y desperdició otros dos goles aparentemente sencillos. Confirmó su condición de goleador puro, uno de esos carpantas que se pasean en zapatillas por el área rival. Y Van Nistelrooy no sólo es un ejecutor; también sabe cocinarse el gol, como hizo ayer en su soberbio movimiento de espaldas en el primer tanto. Ratificado el holandés, el Madrid también mostró lo mejor de Cassano, al menos en el primer tiempo, y Capello tuvo la oportunidad de presentar a Reyes. Y todos salieron airosos, cierto, pero ante un rival deshuesado, sin chicha y muy mal cosido. Sin embargo, no hay que olvidar que en tiempos bien cercanos el Madrid era capaz de estrellarse con un soplido del contrario. Con Capello al frente será tan difícil que el Madrid entusiasme como que pegue grandes petardazos. Ante el Levante no falló y el italiano pudo alternar a Cassano, Raúl, Robinho y Reyes. Por detrás, Capello no tiene dudas. El problema está en afinar la orquesta ofensiva, donde abundan los solistas. A la espera de Ronaldo, Van Nistelrooy ya aventaja a todos.
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