Alternativa en casa de los Ordóñez
Cayetano Rivera se convierte en matador de la mano de su hermano mayor, Francisco, en la plaza de Ronda, en una corrida repleta de políticos, empresarios y personajes de la crónica rosa
Cayetano Rivera Ordóñez, bisnieto, nieto, sobrino, hijo y hermano de torero, tomó ayer la alternativa como matador en la plaza de Ronda ante miles de personas que abarrotaron el coso y las calles, en las que se instalaron pantallas gigantes para seguir esta corrida, convertida en acontecimiento social. Las entradas alcanzaron en la reventa precios de hasta 2.000 euros. A la cita acudieron políticos, empresarios, toreros y personajes de la crónica rosa. La infanta Elena y Jaime de Marichalar, que habían anunciado su presencia, al final declinaron la invitación porque quisieron estar con su hija Victoria, que celebraba su cumpleaños, aunque hubo quien apuntó a que la familia real prefirió mantenerse al margen de lo que se ha convertido en guión de los programas de la prensa del corazón.
Algunas entradas llegaron a alcanzar en la reventa los 2.000 euros
En el cartel sólo su nombre: Cayetano. Y como compañero de tarde, sólo un matador, su hermano Francisco. Los dos acordaron que fuera así para que el mayor pudiera dar al pequeño la alternativa. La fecha y el lugar elegido para la ocasión, el más propicio para la familia: Ronda y la corrida goyesca.
Este año se ha cumplido medio siglo desde que la familia Ordóñez decidió instaurar este festejo que se ha convertido ya en una cita tradicional dentro del calendario taurino y en una cita ritual para la familia. Por eso, la de ayer fue una alternativa en casa.
Cayetano quiere ser él mismo y por eso dice haber prescindido de sus apellidos. Ha llegado tarde a este mundo de los toros en el que se viste de luces pronto. Con 26 años decidió ser matador y a punto de cumplir los 30 ha recibido la alternativa. Ayer, cuando el reloj de la plaza daba las seis, Francisco le dio la alternativa. Ambos hermanos se fundieron en un largo abrazo y se hablaron para ellos. La plaza se vino abajo en aplausos. Cayetano, emocionado, dedicó a Francisco su primer toro como matador, en el que logró dos orejas.
Francisco fue ayer hermano mayor, padrino y organizador de la ceremonia. La plaza de Ronda es suya y como anfitrión marcó las reglas. Cedió a su hermano la elección de la ganadería -Zalduendo-, pero poco más. De controlar las imágenes de la tarde se ocupó él, que no permitió entrar en la plaza a cámaras de televisión y a los fotógrafos y dio exclusividad a quien quiso. La medida provocó una protesta formal de la Asociación de la Prensa de Málaga.
Francisco mantiene una relación especial con la prensa del corazón, de quien recela o a quien acude según le convenga. Durante años ha pleiteado por su intimidad y la de su familia y esta semana ha comenzado a contar su vida en capítulos en la revista Hola.
Cayetano tampoco se parece en eso a su hermano. Huye de las cámaras y rechaza millones por salir en las revistas desde donde se reclama su presencia porque, aunque no lo quiera, se ha convertido un nuevo culto de deseo de las más jóvenes, que ven en él otro ídolo nacional y a quien relacionan con Penélope Cruz tras su participación como asesor de Adrian Brody en la película Manolete.
Ayer, en la plaza, se hablaba de rivalidad de los hermanos, "sana", según Francisco. Y de quién era mejor de los dos. "Cayetano es como su abuelo", decía un habitual de la goyesca. "Sólo hay que mirarlo. Y de eso se ha encargado su tío Curro Vázquez. Francisco es otra cosa". Por ambos corre sangre de grandes dinastías taurinas, Ordóñez, Dominguín y Rivera.
La duquesa de Alba, que no oculta su devoción por los hermanos Rivera, confesó que cuando Curro Romero se retiró, perdió la afición, ahora recuperada gracias a Cayetano. Ella estuvo ayer en la plaza con su nieta Cayetana, hija de Francisco. También acudió Curro Romero, que sonrió ante la declaración de la duquesa de Alba y se reveló fan del nuevo Ordóñez: "Parece que tiene cosas que decir. Torea lento, muy lento y eso es lo más difícil".
El morbo de la prensa rosa era ver juntos a todos los hermanos. Francisco y Cayetano invitaron a sus otros hermanos: Julián, hijo de Carmina Ordóñez y Julián Contreras, y Kiko, hijo de Paquirri e Isabel Pantoja. Es la primera vez en dos años que Julián se reúne con sus hermanos.
Y para satisfacción de curiosos hubo de todo. Brindis de Francisco a su novia, Blanca, y luego brindis al cielo para los que ya no están y vuelta al ruedo con los más pequeños. Aunque el momento más íntimo y emocionante fue cuando Cayetano, de rodillas, mirando al lugar donde están enterradas las cenizas de su abuelo, le dedicó su última faena de la tarde.
En el tendido, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y el ex ministro de Defensa José Bono. Y, además, un buen puñado de toreros: Curro Vázquez, que ha cuidado de Cayetano en sus primeros pasos como torero; Espartaco, que lo acogió en su finca, y Rafael de Paula y Curro Romero, a quien el nuevo matador acude en busca de consejo. En el callejón también estaban atentos Álvaro Domecq, El Litri y Fermín Bohórquez.
Cada oreja que se cortaba fue refrendada por un coso entregado y por el público que siguió la corrida en las calles. Aunque a la gente de Ronda, tan acostumbrada a ver a los Ordóñez les impresionó tener delante a Kiko Matamoros, agente de famosos y convertido ahora en comentarista televisivo, o al periodista Jesús Mariñas. Ellos se llevaron casi tantas fotos como los protagonistas de la tarde. La noche acabó por separado para los hermanos, que festejaron cada uno por su lado el día. La de ayer fue la primera goyesca como matador para Cayetano y puede que la última para Francisco, quien medita dejar los toros a final de la temporada.
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