El alemán Erich Schmitt releva a Schleef en la presidencia de Seat

Cambio en la presidencia de Seat. El alemán Erich Schmitt, jefe de compras de Audi y responsable de la marca en China, relevará a Andreas Schleef al frente de la compañía automovilística española el próximo 1 de octubre. Schleef, que asumió la presidencia de Seat en marzo de 2001, comunicó ayer a los consejos de administración de Audi y Seat su deseo de cesar el próximo 30 de septiembre, coincidiendo con su 63º cumpleaños.

Ambos consejos agradecieron a Schleef el "excelente compromiso personal en el fortalecimiento y la reorientación de la marca española", indicó Seat en un comunicado. Los sindicatos también expresaron su reconocimiento a la labor de Schleef, especialmente por las mejoras en las relaciones laborales, y expresaron su deseo de que la llegada de Schmitt no suponga un "cambio de funcionamiento y objetivos".

El perfil del nuevo presidente de Seat es muy diferente al de Schleef, un abogado especializado en relaciones laborales. Erich Schmitt es un ingeniero mecánico. Nacido el 31 de diciembre de 1946 en Giessen (Alemania), ingresó en Adam Opel en 1969, donde desempeñó varios cargos. En 1990 se trasladó a la filial de General Motors en Vauxhall (Reino Unido), desde donde dirigió, durante dos años, las compras de componentes eléctricos y electrónicos de GM para toda Europa. Ingresó en Audi en 1992 y desde 1997 viene ejerciendo como jefe de compras y responsable de esta marca en China.

Fuentes de VW próximas a Schmitt destacan la "visión de conjunto sobre todos los procesos" como una de sus mayores cualidades, porque "entiende un poco de todo". "Es una persona muy consecuente, que lleva a cabo los objetivos que se propone. Será un enriquecimiento para Seat, sin duda tomará las medidas correctas", aseguran, informa Cecilia Fleta.

Para los sindicatos, "lo importante es saber qué instrucciones trae [Schmitt]", quien tiene previsto reunirse con las centrales la semana que viene. Los sindicatos reclaman poder fabricar un nuevo modelo Seat y alguno de Audi en Martorell, con el objetivo de superar el medio millón de unidades de producción.

La flexibilidad ha sido la gran obsesión de Schleef al frente de Seat, el primer presidente alemán que fijó su residencia en Cataluña. Tras desviar el 10% de la producción de Ibizas a Bratislava (Eslovaquia), diseñó con los sindicatos la famosa bolsa de horas, para acompasar la producción a la demanda. Seat cerró 2005 con 62,5 millones de euros de pérdidas, las primeras en 10 años, y pactó con los sindicatos el despido de 646 trabajadores.