Los próximos 'júniors' de oro
Ricky Rubio, del Joventut, lidera a los campeones europeos sub 16
Los júniors de oro ya no son unos niños. Los jugadores que ganaron el Mundial de esa categoría en 1999 en Lisboa, los mismos que llevaron el domingo a España hasta el oro en Saitama, tienen una media de edad de 25 años. Más que suficiente para disputar con garantías el Europeo de 2007, que se disputará en casa. Lo ideal para llegar con un equipo maduro a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Y después... más de lo mismo. O mejor. El relevo está asegurado. Y el nexo de unión entre las dos generaciones, la que está y la que vendrá, también: Sergio Rodríguez, de 21, ya juega con la selección absoluta y lo hará con Portland Trail Blazers, en la NBA, la campaña que viene. Sin embargo, el canario no tiene el puesto asegurado. Le acosa un niño de 15 años. Un base. Falta algo de tiempo para que debute con los mayores. Nadie se atreve a apostar cuánto. Pero Ricky Rubio, del DKV Joventut, ya es el jugador más joven en haber disputado un partido en la Liga ACB: debutó con 14 años, 11 meses y 24 días.
En el torneo de Linares, ganado, también destacaron Jódar, Santana y Esteban
Convertido en símbolo generacional a los 15 años, Rubio vive protegido por su club, que le defiende de la prensa y los admiradores. No concede entrevistas. Pero regala titulares: hace dos días, en un amistoso de la pretemporada con el primer equipo, logró 18 puntos, liderando la anotación de La Penya. No es una sorpresa. Sus estadísticas, tanto con su club como con la selección, siempre han sido sobresalientes. Si no, que se lo digan a Rusia: en la final del Europeo sub 16 de Linares, a finales ,de agsto, Rubio logró 51 puntos, 24 rebotes y 12 asistencias, espoleado, dicen sus entrenadores, por el recuerdo de Guillem Raventós, su compañero de equipo y selección, otra gran promesa, que había fallecido días antes en un accidente de tráfico. Los almanaques, además, recordarán para siempre la actuación global de Rubio en esa competición: máximo anotador (22,3 puntos por partido), reboteador (12,8), asistente (7,1) y recuperador (6,5). También destacaron Alberto Jódar, Jorge Santana e Ignacio Esteban.
Rubio también simboliza un cambio profundo en la geografía de la cantera. Juega en el Joventut, el motor de las selecciones inferiores junto con el Unicaja, el Estudiantes o el Caja San Fernando. El Madrid y el Barça aportan cada día menos jugadores. El club azulgrana resiste con dificultades, confiado en los hermanos Samb, senegaleses, y en Marc Fernández (23 de julio de 1987) y Xavi Rey (13 de julio de 1987), sus estrellas sub 20. El club del Bernabéu, por su parte, está reformando su cantera, que no ha dado ningún jugador para el primer equipo desde hace más de un lustro, cuando apareció el intermitente Edu Hernández-Sonseca.
Para confirmar que la cantera ya no es cosa de los clubes de fútbol basta con repasar la lista de futuras estrellas: Alfonso Sánchez (14 de febrero de 1987) ya ha debutado con el Unicaja de Scariolo, el campeón de la Liga, y se le considera el heredero de Berni Rodríguez. Alberto Corbacho (1 de octubre de 1984), también del Unicaja, juega cedido en el Huelva, de la Liga LEB, y ha promediado 12,2 y demostrado que es un triplista temible. De ese estilo, jugador fino y punzante, tirador de muñeca fácil, es Javier Beirán (22 de mayo de 1987), hijo del mítico jugador internacional y que ha pasado de ser un desconocido a ser un elegante tirador al fichar por el Estudiantes. En el club del Ramiro también destaca Alberto Aspe. Y Pau Ribas (2 de marzo de 987), como Rubio, también cuenta en el Joventut. El presente es de los júniors de oro. El futuro, de Rubio y compañía.
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