Oficina con vistas al mar

Isabel, en bikini, se pasea de un negociado a otro para organizar el plan de trabajo con vistas al nuevo curso laboral. En otro punto de la oficina, sus compañeros Sergio y Patricia, con similar vestuario estival, se afanaban en el mismo propósito. Ninguno tuvo que cerrar los ojos para evocar los postreros días de asueto, y sólo tuvieron que caminar unos metros sobre la arena para dejarse abrazar por las olas del mar.

El síndrome posvacacional apenas ha hecho mella en los 18 trabajadores de firma Imaginarte, una empresa de comunicación creativa de Alicante. Su primera jornada transcurrió en plena playa de El Postiguet, donde plantaron una oficina de campaña, dotada con los equipos necesarios para el desarrollo del trabajo habitual de la agencia.

"El trauma por la vuelta al trabajo no me deja disfrutar de los últimos días de vacaciones"

Almudena es una de las empleadas de la joven e innovadora plantilla de Imaginarte -18 trabajadores, de los cuales 12 son mujeres, con una media de 25 años-. "La iniciativa es muy positiva, porque no hay nada mejor que volver al trabajo con una sonrisa", afirma Almudena, del departamento de relaciones públicas de la empresa. "Para mí el síndrome posvacacional es una realidad que apenas me deja disfrutar los tres últimos días antes de volver a la oficina", razona la relaciones públicas. "La experiencia es cojonuda", comenta, en tono distendido, Sergio, del departamento de diseño de la agencia. "Es muy relajante, y, pese al carácter de puertas abiertas de la oficina, para nada se pierde la concentración laboral", puntualiza Isabel. "El síndrome de la vuelta al trabajo es real. Un trauma para algunos trabajadores y, por tanto, lo mejor es mitigar sus efectos", afirma Antonio Piñero, director de la empresa.

"La vuelta a la rutina laboral provoca auténtica angustia a los trabajadores, incluso también a mí. El día anterior, noto el nerviosismo ante un nuevo ejercicio, y la necesidad de coronar las metas empresariales", dice el director de Imaginarte.

Piñero asegura que la singular terapia para "suavizar" la vuelta al trabajo surgió de una puesta en común entre la dirección y los trabajadores. "Estamos en una empresa que por su marcado cariz creativo necesita acciones y estímulos que saquen a los empleados de la rutina", argumenta. "El año pasado, hicimos la experiencia al contrario, es decir, recreamos el ambiente playero en la oficina, pero este año hemos optado por trasladarla al escenario real", añade.

El responsable de la firma resalta los réditos económicos de la experiencia: "El año pasado, mejoramos considerablemente los objetivos de productividad fijados para la primera semana".

Los jóvenes creativos de Imaginarte completaron su imaginativa y refrescante vuelta a la oficina con actividades de ocio típicamente playeras, como una sesión de aquagym y voley playa.

Todo un lujo que despertó la curiosidad de los bañistas que disfrutaban de los últimos días de verano.

Y la sana envidia entre el resto de currantes que, de la noche al día, tendrán que aparcar la anarquía vacacional por la rígida cuadrícula laboral.