La leyenda de los 'júniors' de oro

En el pabellón Atlántico, de Lisboa, fue donde hace siete años empezó la leyenda de los júniors de oro, una generación excepcional, la mejor del baloncesto español. Ese grupo tendrá hoy la ocasión de ganar su segundo Mundial. Esta vez, claro, el absoluto. El primero lo obtuvieron entonces al imponerse en la final a Estados Unidos por 94-87. Media docena de los que triunfadores estarán también en el Super Arena, de Saitama. Uno, Berni Rodríguez, recuerda lo que sucedió aquel 25 de julio de 1999: "Aquello supuso nuestro paso de niños a mayores. Antes se jugaba el partido por el tercer puesto. Nos impresionó ver el pabellón lleno: 12.000 espectadores. Los norteamericanos iban con sus auriculares. Pero les dimos para el pelo".

Casi todos los que integraron aquel equipo han triunfado como profesionales. Dan fe de ello Gasol, Rodríguez, Reyes, Cabezas, Navarro y Calderón, que, eso sí, se quedó entonces en la grada porque estaba lesionado. También han estado en diferentes etapas en la primera selección Gabriel, Raúl López y Bueno. "Seguimos manteniendo una buena amistad", continúa Berni; "yo, por ejemplo, hablo por teléfono con Gabriel. Álex [Mumbrú] es más amiguete de Raúl y suelen telefonearse".

Pero no todos han triunfado. Tal vez el que peor lo ha pasado es Herráiz. "Coincidí con él en un campus. Ha tenido que dejar de jugar por un problema que ha sufrido en la espalda. Ahora entrena en las categorías inferiores del Pamesa de Valencia", explica Berni.

Otros componentes de aquel conjunto han tenido que ganarse la vida en la Liga LEB, la Segunda. Es el caso del benjamín del grupo, Cabeza. Tras concluir su formación en las secciones menores del Barcelona, ha pasado por casi todas las divisiones del baloncesto español. La pasada temporada fichó por el Lagun Aro de Bilbao, pero sólo jugó ocho minutos. Drame, también decisivo en los júniors gracias a su portentoso físico, llegó a jugar con el primer equipo del DKV Joventut, pero no pudo mantenerse en la Liga ACB . En la pasada campaña militó en el Melilla, de la LEB.

González, un base que ocupó los puestos de los lesionados Calderón y López Valera en el Mundial de 1999 y que pertenece al Villa de los Barrios, de la Liga LEB, expresa la opinión de los jugadores que estuvieron en aquella selección y no pudieron hacerlo después en la absoluta. "Siento algo de añoranza", admite en una entrevista en Europa Sur; "sería absurdo negar que me gustaría estar ahí, en un Mundial, o donde han llegado ellos, a la NBA. Hemos perdido cierto contacto. Pero, cuando nos encontramos, recordamos que aquélla fue una experiencia inolvidable".

Cuatro de los estadounidenses que formaron en la selección que perdió la final contra España llegaron a jugar en la NBA: Simmons (Milwaukee), Dooling (Orlando), Jacobsen (Nueva Orleans), que también ha jugado en el Tau Vitoria, y Collison (Seattle). Wright disputó la Liga ACB hace tres años integrado en el Granada.

Navarro también mantiene vivo el recuerdo del título alcanzado: "No fue nada fácil llegar a la final. Perdimos precisamente contra Grecia en la liguilla y tuvimos que ganar a Croacia por más de 13 puntos para seguir en la competición. La semifinal contra Argentina también la ganamos por un punto, como en Japón".

Las consecuencias de la victoria fueron trascendentes para las carreras deportivas de los jugadores. "A los que ya estábamos jugando en la máxima competición nos dio prestigio y a los que no les abrió las puertas. Fue una manera de demostrar a los clubes la existencia de una buena cantera de jugadores nacionales que tenían que aprovechar", razona Navarro.

Seis estarán en la final de hoy, aunque Gasol tenga que quedarse, resignado, en el banquillo.