Los Castellers de Vilafranca coronan un 'castell' de diez pisos

Los Castellers de Vilafranca fueron ayer lo más parecido a la selección española en el mundial de baloncesto de Japón, con la única diferencia de que actuaron en campo propio. En la tradicional y esperada diada de Sant Fèlix, los verds lograron coronar el mítico tres de deu amb folre i manilles, una colosal contrucción que dejó perplejas al resto de las colles y que sitúa a los de Vilafranca entre los favoritos para ganar el concurso de Tarragona.

El abanico de castells visto ayer en Vilafranca fue impresionante e histórico: un tres de nou amb folre i manilles coronado y nueve castells de nueve pisos descargados, entre ellos monstruos de la dimensión del quatre de nou amb el pilar, el cinc de nou o la torre de nou amb folre i manilles. Joves de Valls, Minyons de Terrassa, Castellers de Vilafranca y Colla Vella de Valls entraron por este orden en la plaza dispuestas, cada una a demostrar su nivel, alguna de ellas rozando la perfección.

Puntualmente a las 12.30 horas, en una plaza abarrotada hasta los topes que agradeció la fresca temperatura, entraron las cuatro colles en la denominada plaza més castellera con el pilar de quatre caminat, luciendo los más pequeños como en el resto de la actuación, el casco casteller. Fue una diada de las que los aficionados agradecen: ágil, con pocas estructuras desmontadas y con tan sólo dos caídas.

Empezó la diada la colla Joves de Valls con el que a la postre sería el castell más pequeño visto ayer: un cinc de vuit, de bella factura, el tercero que completan este año. Fue simplemente un aperitivo de los catells de nou -sus primeros del año- que tenían preparados para la segunda y tercera ronda. Dicho y hecho. Con un gran esfuerzo y concentración tanto el tres como el quatre de nou amb folre de los vallenses se completaron ante el sonoro aplauso de la plaza, que supo premiar el esfuerzo de la colla Joves.

En cuanto a los anfitriones, Castellers de Vilafranca, que actuaron a continuación de los egarenses, faltan elogios para describir su estratosférica actuación, la segunda mejor de todos los tiempos tan sólo superada por la que ellos mismos protagonizaron el pasado año en esta misma diada. Tras inaugurar su casillero con el quatre de nou amb folre i pilar, el primero del año y hoy por hoy solamente a su alcance, se hicieron con un trabajado cinc de nou amb folre primero también de la temporada y tan sólo el quinto que completan en toda su historia. Es la segunda vez que una colla logra completar estas dos enormes construcciones en una sola actuación, tras haberlo logrado ellos mismos en el concurso de Tarragona de 2002.

Los verds, insaciables como siempre, no se conformaron y atacaron el tres de deu amb folre i manilles en la tercera ronda. La inmensa estructura subió vendida desde un principio, pero el gran trabajo de quarts y manilles consiguió serenar el monstruo hasta ser coronado. Salvar también el descenso era ya pedir demasiado y al final acabó cediendo cuando se disponían a descargarlo. Un gran pilar de vuit amb folre i manilles cerró su actuación.

Finalmente, la colla Vella de Valls, también salió satisfecha de la plaza a pesar de no conseguir coronar por los pelos el difícil tres de vuit aixecat per sota con el que quiso obsequiar a los aficionados.