_
_
_
_
EL LIBRO DE LA SEMANA

El cronista que avisó de la tragedia

"HA LLEGADO el momento de irnos. Quemarán nuestros libros pensando en nosotros. Si uno se llama Wassermann, Döblin o Roth no puede esperar más. Tenemos que marcharnos, para que sólo prendan fuego a los libros". Este clarividente llamamiento de Josep Roth a un amigo, en el Berlín de junio de 1932, ejemplifica hasta qué punto el novelista y periodista intuyó el ascenso de los nazis al poder y la catástrofe que se avecinaba. Medio año después, Roth abandonaba la capital alemana, poco antes de que Adolf Hitler fuera nombrado canciller tras ganar las elecciones.

Roth no sólo fue un notable testigo de la época en su calidad de periodista, sino que su talla de narrador llevó al prestigioso crítico Marcel Reich-Ranicki a considerar la novela La marcha Radetzky una de las mejores escritas en alemán de todos los tiempos. Obras como la citada o como La leyenda del santo bebedor o La tela de araña han sido llevadas al cine y han convertido a Joseph Roth en uno de los escritores alemanes más trasladados a la pantalla.

Obligado como tantos otros intelectuales de la época a marchar al exilio, Roth se trasladó a vivir a París donde murió en 1939 a los 45 años. Detrás quedaba una extensa y brillante trayectoria como periodista y como escritor, que se vio además recompensada con el éxito comercial y el reconocimiento de un público amplio. Desgraciadamente su temprana muerte, a causa del alcoholismo, le impidió disfrutar de su triunfo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_