Los mejores juegan en el Barça

El Barça acaparó los premios que la UEFA concedió ayer a los mejores jugadores de la pasada edición de la Champions. Al actual campeón continental sólo se le escapó uno de los galardones para el que excepcionalmente no tenía candidato, el de portero, que recayó en el alemán Jens Lehmann, guardameta del Arsenal, el mismo que resultó expulsado en la final de París después de derribar a Eto'o. El camerunés fue distinguido con el premio al mejor delantero por delante del francés Henry (Arsenal) y de su propio compañero de equipo Ronaldinho. El gaucho, sin mayor competencia, se reservó el mayor de los trofeos, el de mejor futbolista, el de número uno.

La canonización azulgrana se completó con la elección de Puyol como el mejor defensa, en competencia con Eboué (Arsenal) y Cannavaro (Juventus, y ahora Madrid), mientras que Deco recibió el premio al mejor centrocampista frente a Juninho Pernambucano (Lyón) y Riquelme (Villarreal). El éxito de los jugadores del Barça no tiene precedentes en la historia del torneo, y sólo Deco había alcanzado el trofeo al mejor en 2004 cuando conquistó la Copa de Europa con el Oporto de José Mourinho, actual entrenador del Chelsea, uno de los grandes derrotados de la ceremonia celebrada en el Forum Grimaldi. El Barça no tuvo competencia en una jornada histórica para el club, superior a la que alcanzó el dream team.

A los azulgrana sólo se les escapó el galardón al mejor portero, que fue a manos de Lehmann

El Barcelona ha alcanzado en sólo tres años la primera línea mediática deportiva mundial, uno de los grandes retos de la junta de Joan Laporta. Reelegido presidente el martes, Laporta asistió ayer con especial emoción a la proclamación de los azulgrana como los mejores de la Copa de Europa, y ellos se mostraron igualmente felices por los trofeos. A Eto'o, que anotó seis goles en el campeonato, prácticamente se le escaparon las lágrimas: "Casi estoy llorando. De niño soñaba con jugar a fútbol y ahora resulta que me premian, señal de que trabajo bien", dijo cuando recogió el galardón de manos de Raymond Kopa, y recordó su viaje desde Camerún con la familia. "Mi trabajo es ayudar a los compañeros y después marcar goles porque mi posición en el campo me lo permite". "Frente al Arsenal", acabó, "marqué uno de los más decisivos de mi carrera, pero espero meter el más importante el día que pare de jugar a fútbol". Igual de dichoso se sentía Ronaldinho, que el año pasado fue elegido como el mejor delantero y ayer, como mejor jugador. "Tengo la felicidad de hacer la cosa que más amo en mi vida, como es jugar a fútbol", explicó, "y lo hago en un equipo en el que los títulos llegan maravillosamente".

Deco recibió el trofeo de manos de su compatriota Paulo Sousa y apeló al espíritu de equipo del Barça para rebajar su protagonismo: "Yo no decido nada, sino que hago la parte de trabajo que me corresponde, y la verdad es que me resulta fácil. El responsable de que el conjunto funcione es el entrenador". "La Copa que ganamos con el Barça", remachó, "me recordó a la que ganamos con el Oporto. Los dos equipos necesitaban repetir el éxito porque sólo tenían un trofeo en las vitrinas y eso crea a veces ansiedad".

Precisamente Puyol, que fue recibido por Laudrup en una imagen que evocó los mejores tiempos del danés como azulgrana, comparó las dos Copas de Europa ganadas por el Barça en Wembley y París. "Ya disfruté en 1992, pero estar en el campo y jugar fue impresionante". El Barça ganó la última Champions en una final que le enfrentó al Arsenal de Lehmann, el portero que superó en la votación a Buffon (Juventus) y Coupet (Olympique Lyon). Los premios de ayer tienen la mejor de las marcas para un futbolista porque los conceden los entrenadores de los 16 equipos que se clasificaron para los octavos de final y los miembros del equipo técnico de la UEFA.