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Reportaje:

A por la Virgen de Vallivana

La romería y los singulares adornos de las calles de Morella dan la bienvenida a la 52 edición de la fiesta del Sexenni

Morella vive hoy la ebullición que precede a la celebración, cada seis años, de las solemnes fiestas del Sexenni que cumplen su 52 edición desde 1673. Esta mañana parten hacia el Santuario de Vallivana, situado a 25 kilómetros de la población, cerca de 2.000 personas en romería que regresarán el sábado por la noche portando la imagen de la Virgen de Vallivana.

Mientras, en el recinto urbano amurallado todo es actividad. Las trece calles por donde transcurrirán las procesiones han empezado a ser engalanadas con los típicos y originales tapices de papel rizado. Una imagen muy colorista y de impactante estética en el marco de la ciudad medieval.

Ayer por la tarde se celebró en el Portal de Sant Miquel la Entrada de les colònies, con la participación masiva de la población. Es el preludio del Sexenni. Se trata de simbolizar la llegada a la fiesta de aquellos miles de morellanos que tuvieron que abandonar esta comarca durante el siglo XIX y XX tras las crisis económicas que acabaron con la industria textil de Els Ports. Hoy, aún se escenifica este emotivo acto de recibir dentro de las murallas a aquellos morellanos que residen fuera de la ciudad y que constituyen las Colònies Catalana y d'Absents.

El Sexenni es una fiesta participativa, organizada por todos los morellanos
Las 13 calles por donde pasan las procesiones se engalanan con tapices
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Es, sin duda, una de las citas culturales más importantes del verano en el Mediterráneo español y por ello todo el pueblo se ha puesto en movimiento. La entrada en Morella, la noche del sábado, de Maria de Vallivana es el gran comienzo de la fiesta y motivo de celebración de este novenario que se prolonga hasta el próximo 28 de agosto cumpliendo con el voto que hiciera el pueblo morellano a su patrona tras salvarse de una plaga de peste en el siglo XVII.

Es también una de las fiestas más visitadas del País Valenciano. En su pasada edición, cerca de 200.000 personas se trasladaron a Morella durante los nueve días del Sexenni. Este año, la fiesta contará este fin de semana con la presencia el sábado del presidente de la Generalidad, Francisco Camps, acompañado por el vicepresidente Víctor Campos, y el consejero de Relaciones Institucionales, Vicente Rambla. También asiste el delegado de Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé y el obispo de Tortosa, Xavier Salinas. El domingo, será el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla quien visitará Morella y en días sucesivos lo harán otras autoridades valencianas, además de representantes de los gobiernos de Aragón y Cataluña.

No es cuestión de perderse un acontecimiento que sólo tiene lugar de seis en seis años en una maravillosa población histórica con menos de 3.000 habitantes, que se vuelca en los preparativos de la fiesta. Se trata de una celebración que marca de lleno la vida morellana, creando un gran espacio emotivo.

Desde hace un año, todos los días, los vecinos vienen trabajando en los adornos de las calles por donde transcurre el paso de la Virgen y el resto de procesiones. La fiesta sexenal conserva intactas tradiciones de elementos ornamentales como son los dos Conventets de frares i monjes, que albergan a niños y niñas cantando el Ave Maris Stella; en la Plaça Tarrascons, cuelga una mesa preparada para comer boca abajo; y en la calle de La Font se instalan los simpáticos volantins, tres muñecos de trapo que voltean y realizan cabriolas al paso de la Virgen. En esta misma calle se instala la Taronja, enorme naranja que pende de un gran tronco y que descenderá el domingo por la tarde al paso de la patrona de Morella, abriendo sus gajos y asomando a un niño, -Llorenç Ramia Tena- ataviado de Sant Miquel y que dedicará una poesía a la Virgen.

Cabe destacar que en la calle La Font viven momentos de tristeza tras el accidente sucedido el pasado sábado cuando uno de los vecinos cayó al vacío desde lo alto de la estructura de la Taronja, produciéndose una fuerte conmoción cerebral, y permaneciendo aún ingresado en el Hospital La Fe de Valencia.

Y es que el Sexenni es, ante todo, una fiesta íntima y vital para los morellanos, y una de las más participativas que se conocen, ya que cualquier aspecto relacionado con su organización corre a cargo de todas las instituciones y familias morellanas. Además de los adornos de calles, en los que se vuelca masivamente la población, la fiesta en sí se organiza por gremios, reviviendo los antiguos oficios, aunque muchos hayan ido desapareciendo en el tiempo.

De hecho, el novenario cuenta con un día organizado por el Ayuntamiento, el domingo 20, y a partir de ese momento, cada jornada está promovida por un sector de la sociedad.

El lunes se innova con la celebración del Día de la Gent Gran, sustituyendo a lo que era el de la Noblesa y, después, siguen el gremio de Llauradors i Ramaders, la Colònia Morellanocatalana, la Colònia de Morellans Absents, y los gremios de Profesions, Indústria i Transports, del Comerç, de Arts i Oficis y de la Juventud.

Cada día aporta el atractivo de los cuadros folclóricos, danzas que, en su mayoría son únicas, desde los elegantes Torners, Dansa de la Ciutat, hasta las danzas de cada gremio, o el paso del majestuoso Carro Triomfant y un espectacular cuadro figurativo de heroínas bíblicas encabezadas por la Reina Esther. Son pautas religiosas, culturales y lúdicas que se vienen repitiendo desde hace más de 300 años y que significan la identidad de un pueblo.

Durante esta semana los preparativos se han sucedido contra reloj. Desde el Ayuntamiento, se ha puesto ya en marcha un dispositivo especial de tráfico y zonas de aparcamiento en las afueras del casco urbano, una actuación que cuenta con el apoyo de numerosos agentes de la Guardia Civil y la Policía Local de Morella. Este dispositivo incluye la oferta de un servicio ininterrumpido de autobuses que traslada al visitante. También, el gobierno local ha suscrito un convenio con Cruz Roja Española, con un coste superior a los 4.000 euros, para reforzar los servicios sanitarios.

No en vano, las previsiones apuntan a una cifra cercana a los 200.000 visitantes que se trasladarán hasta la ciudad de Els Ports durante los nueve días del Sexenni. Desde el área de Turismo han informado que la ocupación hotelera y de turismo rural es absoluta, quedando libres algunas plazas en pueblos de la comarca castellonense y de la vecina provincia de Teruel. Por otra parte, la organización del Sexenni ha creado un Cos de Voluntaris, más de cincuenta morellanos, jóvenes y mayores, que están colaborando en el trabajo de la fiesta, desde ofrecer información al visitante a organizar el tráfico o aparcamientos.

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