Decenas de miles de libaneses vuelven a casa
El signo más evidente de que las cosas habían cambiado en el sur de Líbano es que, cerca del río Litani, en un territorio que hasta el domingo por la noche estaba desierto, sobrevolado por la amenazante presencia de los aviones no tripulados israelíes, un tipo se paseaba tranquilamente en su destartalado Mercedes con una gigantesca bandera amarilla de Hezbolá sobre el techo. Decenas de miles de libaneses, en su inmensa mayoría refugiados, regresaron ayer a sus casas horas después de la entrada en vigor de la tregua.
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