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Ayala y la enemistad con los argentinos

Juan Morenilla

¿Ha pesado su enemistad personal con Fabián Ayala? "No se trata de amistades, sino de otra manera de hacer las cosas", dijo ayer Carboni, a quien le ha explotado otra bomba en las manos. El defensa argentino, de 33 años, se niega a renovar su contrato, que finaliza en junio de 2007, al considerar que tanto Carboni como Soler le han "engañado y menospreciado". El jugador llegó a un acuerdo con el presidente tras el último partido de Liga, ante Osasuna, para ampliar su vinculación por dos años más. "Me dio la mano y me dijo que ok. Yo quería firmar antes del Mundial, pero no quisieron y todo cambió", dijo Ayala el viernes; "esas personas ya no existen para mí".

Carboni llegó a los despachos y el Valencia cambió las condiciones de lo prometido: en lugar de dos años, sólo uno. Ayala dio un puñetazo en la mesa y dijo que no renovaría por mucho que el club volviera a la oferta inicial. "Quería retirarme aquí pero no estoy a gusto, quiero irme. A 60 kilómetros me valoran más", dijo.

Ayala pidió al Valencia que aceptara la oferta de tres millones del Villarreal, pero la entidad se niega por sus malas relaciones con el club castellonense. "Dicen que es para no reforzar a un rival directo, pero se ha ido Aimar, el mejor en los últimos años, y no ha pasado nada", se queja Ayala. "¿Y mi edad? ¡Carboni renovó con 39!". El italiano traspasó a Aimar al Zaragoza y ha arrinconado al central. El núcleo fuerte que formaban ambos con Pellegrino y Cañizares se ha desvanecido. Las relaciones de Carboni con el grupo nunca fueron buenas. Mucho menos ahora. Cañizares, que acaba contrato en 2007, tampoco tiene noticias sobre su renovación.

Mientras dura la guerra, Ayala sigue entrenándose en Paterna sin cruzar la mirada con Carboni, que le acusó de pensar "más en los cheques que en la camiseta". "Si me tengo que quedar, lo haré, pero mi cabeza está fuera de este club", aseguró Ayala. El Valencia le multó con 6.000 euros por incorporarse dos días tarde a los entrenamientos después de concederle un fin de semana de permiso, y el sábado por la noche le abrió un expediente disciplinario por sus críticas al presidente y al director deportivo.

La grada se ha situado al lado de Carboni, y recuerda que el argentino estuvo a punto de fichar por el Madrid hace dos temporadas. Ayala ha soportado pancartas en su contra y algún que otro insulto. Después de más de 200 partidos en el Valencia desde su llegada del Milan en 2000, le espera una fea salida por la puerta de atrás.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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