Muere una bombera en Portugal, la séptima víctima de los incendios estivales

Una bombera que trabajaba en la extinción de incendios en Portugal falleció ayer en el concejo de Porto de Mos, una localidad del centro del país que desde el jueves es pasto de las llamas. Con esta muerte se elevan a siete los bomberos fallecidos en Portugal este verano. En julio, cinco bomberos chilenos y uno portugués perdieron la vida al quedar atrapados por un fuego fuera de control.

Decenas de efectivos se esforzaban ayer en sofocar los nueve incendios que permanecían activos.

Los más graves eran los de Porto de Mos, en el distrito de Leiria, y en el concejo de Redondo, en el distrito de Évora, fronterizo con Extremadura. Oporto, Viana do Castelo, Vila Real y Braga, en el norte, también estaban afectados.

En Porto de Mos, donde la situación es más grave, unos 300 bomberos con ayuda de 90 vehículos, un helicóptero y un avión intentaban sofocar el incendio que asuela decenas de pinares y amenaza con alcanzar varias aldeas de la región. En este fuego perdió la vida la mujer que trabajaba en las labores de extinción. La fallecida, de unos 30 años de edad, fue hallada por sus compañeros en el interior de uno de los camiones que funcionan como centro de operaciones en los incendios de grandes dimensiones, donde había decidido descansar. Según el Servicio Nacional de Bomberos, murió por inhalación de humo.

El ministro portugués de Interior, Antonio Costa, que se trasladó en la madrugada del viernes a Redondo, con el incendio prácticamente extinguido, reconoció que esta semana ha sido la peor del año en Portugal, con casi 500 incendios activos por día.