Angelo no quiere ser rico

Nada de saltos y lloros. Ante el estupor general, Angelo Giuseppe Piroddi, de 46 años y al que medio Reino Unido buscaba desde hace semanas, ha dicho que no a la herencia de dos millones y medio de euros que la sua mamma le dejó en 1998, pese a una disputa familiar acaecida en 1986. "Mi madre me ha fastidiado la vida. No quiero su dinero. Prefiero seguir siendo pobre y feliz", ha sentenciado Piroddi en unas declaraciones recogidas por el diario italiano La Repubblica.
"Yo odio a la persona que me ha dejado esta fortuna. ¿Por qué entonces quedarme con su dinero?", razona con una ética aplastante el desde ahora dueño de una casa y un terreno edificable
. "Me causó problemas cuando vivía y ahora me los sigue dando después de muerta. No soy rico, pero quiero seguir estando como ahora", concluye.
Cuando se le perdió la pista en 1995, inscrito entonces en el consulado italiano de Londres, era camarero -"Estoy bien, soy feliz. Lavo platos", escribió a sus padres- en un restaurante italiano, y en el Reino Unido sigue. Angelo se ha cerrado en banda ante la incredulidad del abogado de su madre, Giancarlo Piroddi (igual apellido pero sin relación con él), que le ha buscado hasta en el último rincón del Reino Unido. "Es idealista, un buen hombre. Su madre le quería mucho", ha asegurado el letrado, que llegó a abrir una dirección de correo electrónico por si alguien le podía echar una mano en su búsqueda, y a publicar un anuncio en el periódico gratuito Metro de Londres. Dos medios de gran tirada, el Daily Express y el Times, se unieron a la cruzada, que ha dado sus frutos.
No se va a cumplir la última voluntad de su madre, Chiai, que había amasado la fortuna en Francia. Lo dejó claro en su testamento: "Dejo todo a mi hijo. No quiero que mis bienes vayan a mi hermana, y menos a mi madre". Su hermana, sin embargo, no se dio por enterada y, ante la desaparición de su sobrino, hace un año pidió meter mano a la herencia. Un tribunal determinó que ella gestionase el patrimonio en el "exclusivo interés" de su sobrino.
¿Y ahora qué? Angelo donará el dinero a alguien aún sin determinar y promete cerrar el pico: "No voy a decir nada más".
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