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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Ángel de Andrés, la sonrisa de un hombre bonachón

Actor de teatro y cine, cómico completo, participó en 180 películas

El actor Ángel de Andrés ha fallecido en Madrid a los 88 años. Fue un cómico completo, apto para la comedia, la revista, el teatro clásico y las variedades; destacó en todos los géneros, aunque fuera en el cómico donde se encontraba a sus anchas. Había nacido en 1918 en el castizo barrio de Chamberí. Con 21 años, recién acabada la Guerra Civil, entró a formar parte de la compañía teatral de José Isbert, y su carrera fue desde entonces meteórica. Del género bufo pasó a la Compañía Nacional María Guerrero, y de ahí, de la mano de Isabel Garcés, regresó a la comedia, donde triunfó de nuevo. Tras pasar por otras compañías teatrales, formó la suya propia junto a otro de los grandes de la época, Antonio Casal, fallecido en 1974. Con De pillo a pillo arrasaron, aunque tuvieron finalmente desavenencias insalvables. Ángel de Andrés se volcó entonces en espectáculos populares, la mayoría de ellos, en el desaparecido Circo Price de Madrid, junto a Mary Santpere, Miguel Gila, Javier Fleta, Marujita Díaz... Celia Gámez le contrató para una histórica reposición de Las Leandras.

Mientras tanto, el cine no le olvidó. Según las cuentas del propio actor, llegó a intervenir en unas 180 películas, siempre en personajes entrañables, inspirados en la vida cotidiana, que él bordaba con naturalidad y frescura dramática. Su primera película, Fin de curso, data de 1943; es uno de esos títulos del cine español que parecen perdidos para siempre. Según se dice, su productor y director, Ignacio F. Iquino, vendió los negativos de sus películas a una fábrica de botones para que aprovecharan las sustancias del celuloide. Afortunadamente, se conservan casi todas las demás interpretaciones cinematográficas de Ángel de Andrés, un sólido actor que conquistó al público con su gracejo. Fue el inolvidable pintor de anuncios en las vitrinas de restaurantes económicos de La calle sin sol (Rafael Gil, 1948); el buen ladrón de Historias de la radio (José Luis Sáenz de Heredia, 1955); el frustrado amigo de francachelas en 091 Policía al habla (José María Forqué, 1960); el limpiabotas de La batalla del domingo (Luis Marquina, 1962), una de las escasas intervenciones en el cine de Alfredo di Stéfano... Su ductilidad como cómico y su franca disposición para cualquier embolado le llevó a intervenir igualmente en películas olvidadas u olvidables, que tanto abundaron en el cine español de la larga posguerra: De picos pardos a la ciudad (Ignacio F. Iquino, 1969), Casa Flora (Ramón Fernández, 1973), El reprimido (Mariano Ozores, 1974), Último tango en Madrid (José Luis Madrid, 1975), Al tercer año resucitó (Rafael Gil, 1980), o El padre Manolo (Ramón Torrado, 1966), junto a Manolo Escobar, que era, por cierto, una de las películas preferidas del actor. El cine español de mayor ambición no le tuvo en cuenta, quizá con la excepción de Esquilache (Josefina Molina, 1989), en la que dio vida con sobriedad al Marqués de la Ensenada.

Ángel de Andrés fue pionero en TVE. Actuó incluso en las emisiones de prueba y fue uno de sus primeros presentadores, ya en 1948, época en la que trabajaba en la radio junto a Fernando Fernán-Gómez en el programa Fernán-Gómez y Andresito van a charlar un ratito. Antes de que la enfermedad le obligara a retirarse, intervino en series como Eva y Adán, Farmacia de guardia, Celia, La forja de un rebelde... Ángel de Andrés López, sobrino suyo, también actor, continúa la tradición.

Ángel de Andrés.
Ángel de Andrés.EFE

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