Un empleado de la agencia de alquiler asegura: "Yo no sabía nada"
Juan Toribio, administrador único de la agencia Strauss Trust, tenía un empleado en su empresa. "Era alto y con un diente de oro. También latinoamericano", le describe una de las afectadas. Este trabajador acompañaba a la gente hasta la oficina de la plaza de Callao o, según las víctimas, permanecía en ella cogiendo el teléfono o haciendo gestiones. Ayer, vía telefónica, aseguraba que no tiene nada que ver con la estafa y que él también es una víctima. Se negó a que su nombre fuera publicado. "Sé que les han estafado porque no para de llamar gente a mi teléfono. Pero yo no tengo nada que ver. Nunca supe que estaba estafando a esa pobre gente", aseguraba el hombre.
El empleado cuenta que empezó a trabajar con Toribio hace un mes. O sea, aproximadamente cuando la agencia Strauss Trust empezó a contactar con las primeras víctimas de la presunta estafa. "Yo pensaba que Juan era serio. Me dijo que me iba a pagar 1.000 euros, pero todavía no me ha dado nada", se lamentaba este trabajador. "Lo único que espero es que todas esas pobres familias queden resarcidas del engaño".
Los inmigrantes supuestamente estafados, sin embargo, desconfían de él y creen que sabe mucho más de lo que dice. "Cuando le hemos dicho que nos había estafado, nos ha hecho preguntas muy raras". El trabajador afirma que ya ha acudido a la comisaría para ponerse a disposición de "lo que necesite la policía".
Este periódico intentó ponerse ayer en contacto con Juan Toribio y con Ramona Hernández, a través de los teléfonos móviles que obran en poder de los inmigrantes a los que alquilaron el piso. En ambos casos los móviles estaban apagados.
Empresa constructora
Juan Francisco Dalmiro Toribio Toribio figura como administrador único de la empresa Strauss Trust SL en el Registro Mercantil. Esta entidad, oficialmente dedicada al negocio de la construcción, fue constituida en noviembre del año pasado con 3.074 euros de capital social.
En el registro no aparece ningún tipo de "incidencia judicial" relacionada con la empresa, y tampoco deudas pendientes. Sí figura un cambio reciente de domicilio social: hasta hace mes y medio el despacho estaba en el número 42 de Gran Vía; a finales de junio se trasladó al paseo de las Acacias, 59.
El nombre de la empresa Strauss Trust aparece en los contratos que los inmigrantes supuestamente estafados firmaban entregando cantidades por adelantado -a veces 100 euros, a veces 160- a cambio de que la agencia les buscara un piso a lo largo de un año. El nombre de Ramona María Hernández Ortiz, la mujer que enseñaba la casa a los inmigrantes y se presentaba como propietaria, está en los contratos de arrendamiento, donde los futuros inquilinos firmaban por un año y adelantaban hasta tres meses de alquiler.
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