"Ahora todos los padres quieren que las niñas sean modelos"

Judit Mascó (Barcelona, 1969) es una de las modelos españolas de mayor proyección internacional desde que en el año 1990 apareció en la portada de la revista Sports Illustrated, una conquista al alcance de muy pocas. Ahora apura sus últimos días de veraneo antes de embarcarse en uno de los proyectos que Cuatro estrenará a finales de este mes: la cadena busca a la supermodelo nacional, que viajará a Tailandia para disputarse el cetro mundial contra bellezas de todo el planeta en el certamen Elite Model Look. Además del concurso producido por Zeppelin (Gran Hermano), Mascó colabora en La ventana (cadena SER) y Catalunya Ràdio y mantiene su contacto con la moda mientras participa en el consejo asesor de Intermón Oxfam.

"Vemos la punta del iceberg, ese momento pletórico del desfile"

"No estamos dispuestos a aceptar a chicas con aspecto enfermizo"

Pregunta. Necesitaría que antes de nada me aclarara algo. La promoción que hace Cuatro del programa cuestiona a quien dijo que la belleza está en el interior. Por favor, dígame que quien sentenció aquello estaba en lo cierto.

Respuesta. Siempre he luchado para demostrar que las dos bellezas son compatibles. Y la interior es la que perdura. Pero estamos hablando de modelos y, no nos vamos a engañar, lo primero que hay que tener es unas cualidades físicas. A partir de ahí es muy importante la persona. Reivindico que ser modelo es una profesión, no sólo ejerces de guapa, como las misses.

P. ¿Qué se les pide a las concursantes?

R. Me hace ilusión un programa así, a ver si logramos dar un poco de información, aparte de entretener. Las chicas y sus padres no saben apreciar este trabajo. En esta sociedad parece que todo se consigue sin esfuerzo. Me gustaría demostrar que sin esfuerzo ni sacrificio no se puede llegar a ser modelo. Hay que pasar por pasarelas, sesiones de fotos, anuncios de televisión, saber comportarte en actos públicos... Aprovechar todas las ocasiones y estar muy bien asesorada por una agencia que te potencie. Todo esto más un granito de suerte...

P. ¿Ese aprendizaje es lo que distingue este concurso de uno de misses?

R. Claro. Éste es un concurso, pero también es un reality televisivo. Formaremos a este grupo de chicas seleccionadas, aunque sin encierro. Tres días a la semana les impartiremos unas clases de pasarela, fotografía, protocolo, nutrición y salud, preparación física, maquillaje y peluquería... En un trimestre tendrán mucha formación, que tendrán que aprovechar al máximo. Ésta es una ventana bien abierta donde pueden tener muchas oportunidades, y la que llegue a la final estará en el concurso de modelos más conocido e importante, el de la agencia internacional Elite, que se retransmite en muchos países del mundo y donde fotógrafos, directores de revistas de moda, agencias... van a poder verla.

P. Van a enseñar las luces del proceso que se sigue para dar forma a una modelo. ¿También las sombras?

R. No es la intención. No tenemos ganas de verlas encerradas, pasándolo mal. Es un reality en positivo. Pero si pasa algo que sea digno de comentar, lo haremos. En el centro habrá un psicólogo para afrontar las cosas que puedan ocurrir, algo muy natural por lo jovencitas que son algunas.

P. Entre las de su generación era común el origen casual de las carreras: paseaban por la calle y las descubría un cazatalentos; en su caso, un vecino fotógrafo le animó a empezar... ¿Ahora hay que esperar a que venga la televisión para dar el salto?

R. Es una oportunidad, a lo mejor me hubiera ido muy bien a mí... Yo tenía 13 años cuando hice el primer anuncio. Hasta los 17 luché para que mis padres me dejaran hacer cuatro cosas. Todo era muy distinto antes. Ahora ser modelo está muy bien visto y está de moda, y todos los padres quieren que las niñas sean modelos.

P. Presenta usted en las promociones del programa una imagen más distante de la habitual. Otras top model, como Tyra Banks y Heidi Klum, abusan de la disciplina en sus propios concursos de modelos. ¿Va a seguir esa línea?

R. Podría hacerlo o no, pero aquí si no eres exigente no llegas a nada. Estamos acostumbrados a ver la punta del iceberg, ese momento pletórico del desfile, cuando una modelo guapísima está estupenda, porque la han maquillado, peinado, vestido... Nos gustaría enseñar todo lo que hay hasta llegar allí.

P. En el programa sólo será una la elegida. Tendrá muchas ventajas, supongo, pero también algún inconveniente. ¿Cuáles encontró usted?

R. De entrada, todo serán ventajas. Para mí, lo peor fue la soledad de hacer un trabajo tan distinto al resto de mi entorno.

P. ¿Y se sienten condicionados por los patrones de la moda? Ya sabe, esa imposible talla 34 para 1,80 de altura...

R. No nos condiciona más que el que la agencia Elite está detrás, y no va a mandar a la final a una chica que sabe que no va a trabajar de modelo. Nos regimos por unos cánones de estética y por la moda que hay ahora. Por otra parte, no estamos dispuestos a aceptar a chicas con aspecto enfermizo ni con un problema de anorexia que conozcamos.

P. ¿Algún primer consejo para la ganadora?

R. Que disfrute mucho. Y que sea muy lista, para poder aprovechar todas las ocasiones. Está en manos de una agencia profesional buenísima, que se deje asesorar bien. Y que no pierda sus relaciones personales.