Lo nunca visto: Schumi, 11º; Alonso, 15º

Como si quisieran demostrar su imparcialidad, los comisarios del Gran Premio de Hungría de fórmula 1 sancionaron ayer a Michael Schumacher con dos segundos en cada tanda de la clasificación y le colocaron en una situación similar a la de Fernando Alonso. El español había sido sancionado ayer con la misma penalización por haber realizado una maniobra peligrosa con el holandés Robert Doornbos y por haber adelantado con bandera amarilla. Al alemán le reprendieron porque había adelantado a dos pilotos, nada menos que a Robert Kubica y a Alonso, con la bandera roja que sacaron mientras se incendiaba el coche de Jenson Button en los últimos entrenamientos libres.

De alguna forma lograron igualar las cosas de nuevo. Y su idea de la justicia quedó a salvo porque demostraron ser inflexibles ante cualquier falta, sin tener en cuenta los nombres de los infractores. La cuestión es que tras la clasificación de ayer, Michael Schumacher saldrá en 11ª posición, mientras que Alonso lo hará un poco más atrás, desde la 15ª. No es una buena noticia para ninguno de los dos, puesto que ambos estarán rodeados de tráfico en la salida, lo que crea siempre mucho peligro. Pero la situación es especialmente mala para el español, puesto que saldrá dos filas por detrás del alemán. Una dificultad añadida. Hoy podrán verse dos carreras: la de delante, con Raikkonen, pole position, Felipe Massa, Rubens Barrichello y Pedro de la Rosa; y la de atrás, con la remontada de los dos hombres que luchan por el título y que en la segunda tanda clasificatoria de ayer marcaron los mejores tiempos de todo el fin de semana (1m18,8s el alemán y 1m 19,3s el español). Demostraron de esta forma que tienen los mejores coches y que tanto Michelin como Bridgestone ofrecen un buen rendimiento a pesar del frío.

Raikkonen logra su segunda 'pole' seguida y De la Rosa sale desde el cuarto puesto

Schumacher culpa al asturiano: "En televisión verán por qué adelanté con bandera roja"

"Cuando ayer me comunicaron la sanción, sentí tristeza y frustración porque me pareció injusta", explicó Alonso. "Sin embargo, ahora mi única pretensión es tener una carrera normal y que nos dejen utilizar nuestro coche tal y como lo tenemos [en referencia a que no pueden utilizar el mass damper, que equilibra los pesos de su coche]". Para el asturiano resultó reconfortante ver que también Schumacher entraba en dificultades por un error similar al suyo. "En toda mi carrera nunca nadie me había adelantado con bandera roja", confesó Alonso, que se mostró sorprendido por la maniobra del alemán que les avanzó a Kubica y a él de una tacada.

Sin embargo, Schumacher no estaba nada contento con lo que había ocurrido y, aunque siempre aceptó su responsabilidad, respondió afirmativamente cuando se le preguntó si Alonso había tenido algo que ver con lo ocurrido. "Vean las imágenes de televisión y comprueben por qué hice lo que hice", respondió, dando a entender que se vio casi forzado a adelantar porque Alonso relantizó su marcha cuando él les alcanzaba al salir de una curva. "¿Alonso ha frenado?", le pregunaron al alemán. "Yo no digo eso", respondió escueto y enigmático.

Lo evidente es que ninguno de los dos ha tirado la toalla. Pero mientras Alonso se muestra más precavido sobre lo que puede ocurrir hoy en la carrera —"un sexto o séptimo puesto y sumar puntos es por lo que lucharé, quedar más arriba me parecería una locura porque en este circuito es muy difícil adelantar", indicó el asturiano—, Schumacher habló incluso de concluir entre los tres primeros: "El podio es un sueño; pero no es imposible. Apenas se puede adelantar, pero en Montecarlo ocurría lo mismo y fui quinto. Aquí salgo por delante de Alonso y desde la parte buena. Todo puede suceder".

Los títulos mundiales de pilotos y de constructores se están decidiendo y los nervios afloran en los dos grandes protagonistas. Sólo once puntos les separan a falta de seis carreras y los dos se ven con posibilidades de ser campeones. "Sé que el coche va a mejorar en las carreras que faltan y, aunque saliera de aquí con cero puntos y Schumacher ganara, seguiría teniendo el 99% de confianza en conseguir mi segundo título mundial. Todo lo que ocurra en los despachos no debe afectarnos. Debemos ganar a Ferrari en la pista", afirmó el asturiano. Tanto Alonso como Schumacher cometieron errores durante el fin de semana y pagarán sus culpas. "Fernando hizo una estupidez y Schumacher otra tontería para mí más grave porque se produjo con banderas rojas. Pero los comisarios deciden", afirmó Flavio Briatore, director de la escudería Renault. Y su frase, aparentemente intrascendente, provocó una reacción fulminante de Alonso: "No estoy de acuerdo, como tantas otras veces, con lo que dice mi equipo. Y no entiendo que digan eso de mí. Pero que le vamos a hacer". La tensión está a flor de piel. Y hoy en Hungaroring se vivirá un nuevo episodio de las múltiples batallas que se están dirimiendo para decidir el título mundial.