La familia Chillida reconoce que precisa ayuda para mantener su museo

La familia del escultor Eduardo Chillida ha mantenido en solitario durante seis años el museo que alberga la obra del artista, pero no puede sostener permanentemente su actividad, ligeramente deficitaria, y ha comenzado a pedir ayuda a las instituciones. La Diputación de Guipúzcoa, en virtud de un convenio firmado ayer, destinará este año 120.000 euros para promocionar el Chillida-Leku, que necesita aumentar de 86.000 a 120.000 su número anual de visitantes para cuadrar las cuentas, según confirmó su director, Luis Chillida.

La viabilidad de este museo al aire libre, inaugurado en Hernani hace seis años, resulta complicada. La familia del artista (1924-2002), uno de los más internacionales que ha dado el País Vasco, ha mantenido hasta la fecha la actividad del museo, haciendo frente al ligero déficit que genera cada año, como suele ocurrir en este tipo de centros, según explicó Luis Chillida. Pero los herederos del escultor carecen de los recursos necesarios para sostener el centro en esas condiciones de una forma permanente. "Debemos involucrarnos todos", manifestó ayer el director del museo.

La Diputación de Guipúzcoa ha sido la primera en responder a este llamamiento que viene haciendo la familia desde hace algún tiempo. Joaquín Villa, diputado foral para la Innovación, aclaró el porqué: es un museo que está dedicado a "un vasco universal", que no ha tenido el reconocimiento suficiente y no ha contado con una promoción "acorde a su interés".

86.000 visitantes en 2005

El acuerdo suscrito ayer entre la institución foral y el Chillida-Leku persigue precisamente paliar esa realidad. La Diputación destinará este año 120.000 euros para dar a conocer el centro e incluirlo en la oferta turística guipuzcoana como un lugar emblemático de visita obligada.

Muchos turistas que visitan San Sebastián no saben que existe el Chillida-Leku o creen que el municipio de Hernani se encuentra muy alejado de la ciudad, se lamentó Chillida. Por ello insistió en la necesidad de dar a conocer el centro.

Se trata de atraer a más ciudadanos para equilibrar sus presupuestos. El museo, cada vez más abierto a colaborar con festivales como el de Jazz o la Quincena Musical donostiarra, recibió el año pasado a 86.000 visitantes y necesitaría alcanzar los 120.000 para cuadrar las cuentas, según señaló su director. "Me da envidia sana" el sentimiento de "pertenencia" que despierta el Guggenheim entre los vizcaínos. No ocurre lo mismo en Guipúzcoa con el Chillida-Leku, se quejó.