Londres para todos los bolsillos
Hay un Londres para todos los bolsillos. Si le sobra el dinero, vaya a las boutiques de Sloan Street y New Bond Street, o a Harrods, Selfridges y Harvey Nichols para comprarse algunos trapos. Reserve entradas para el Bolshoi en Covent Garden y no olvide que el 19 de agosto empieza la temporada de fútbol y tiene media docena de equipos de la Premier a mano. A la hora de cenar, no se prive: Petrus, Gordon Ramsey, Hakkasan, Nobu, Aubergine... La oferta es enorme y si los citados están completos o de vacaciones busque una buena guía y déjese llevar.
Si el dinero no le sobra pero se puede permitir alguna alegría, compre en Covent Garden, elija la ópera de Holland Park y disfrute de la música en los asequibles Proms. Si el fútbol de la Premier le parece demasiado caro, elija la First Division u otras ligas inferiores: la pasión de los ingleses por el fútbol es tan grande que cualquier estadio, grande o pequeño, es un espectáculo. A la hora de cenar no le faltarán opciones de gama media-alta: Yauatcha, Amaya, Cambio de Tercio, Michael Moore...
Si busca el Londres multiétnico, vaya a Brick Lane, suba por Shoreditch hasta Hackney y acérquese a South Hall
Si ha estirado más el brazo que la manga con el viaje y el hotel, no se preocupe: compre una tarjeta de metro y autobús que le permita viajar sin límite por las zonas 1 y 2 y tendrá a sus pies el fabuloso e inmenso Londres gratuito. Si es su primera visita, no le dé vergüenza hacer de turista: vaya a ver el cambio de guardia a Buckingham Palace, pasee por el Mall hasta Trafalgar, baje todo Whitehall pasando por delante de Downing Street, hágase fotos frente al Parlamento y el Big Ben, cruce el puente de Westminster y doble a la izquierda por la ribera del Támesis. Si quiere hacer cola y le da para un extra, súbase al London Eye. Más adelante está la Tate Modern: parada imprescindible. Como en todos los grandes museos y galerías de la ciudad, la visita a la colección es gratuita y en este caso el edificio mismo ya vale la pena. Si lo suyo es la cultura, le queda mucho por disfrutar sin gastar un duro: Museo Británico, National Gallery, National Portratit Gallery, White Cube, Tate Britain, Victoria and Albert Museum, Science Museum, y mil pequeñas galerías dispersas por la ciudad. Consulte el Time Out.
Desde la Tate Modern puede seguir hasta Tower Bridge y apreciar la moderna sede del Ayuntamiento de Londres diseñada por Foster o cruzar el puente colgante -otra pieza con la firma Foster- hacia la catedral de San Pablo. Pasee por Covent Garden, tómese unas pintas en el Soho, siga la ruta de Jack el Destripador por Whitechapel, aprecie la inmensidad de la City y la modernidad del nuevo distrito financiero en Canary Wharf, descubra los rincones de Chelsea, acérquese a Greenwich y cruce el meridiano cero. No se pierda el glamour de Hampstead y su parque inmenso, el Heath. Curiosee en las subastas de Christie's o Sotheby's. Si busca el Londres multiétnico vaya a Brick Lane y suba por Shoreditch hasta Hackney; acérquese a South Hall o al templo hindú de Neasden; coma en Chinatown o dese una vuelta por Clapham.
Vaya de mercadillos, aunque sea sólo a mirar: Brick Lane, Camden, Columbia Road, East Street, Greenwich, Petticoat Lane, Portobello. Piérdase en el carnaval de Notting Hill. Pero lo más exótico que puede hacer es es ir a un partido de críquet: Inglaterra y Pakistán juegan en Oval del 17 al 21 de agosto. Sí, el partido dura ¡cinco días!
