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Reportaje:Fútbol

La perla de Monterrey

Giovani, mexicano de 17 años, brilla por su potencia y explosividad y revive el efecto Messi en el Barça

En abril de 2002, llegado el final de temporada, el fútbol base azulgrana preparaba la siguiente campaña. Rodolf Borrell, experto formador de talentos, buscaba jugadores para el nuevo equipo Infantil A por Cataluña pero la hornada de niños nacidos en 1989 era tan corta como mala. Buscó ayuda en Quimet Rifé, entonces responsable de la cantera azulgrana. "Tienes cinco fines de semana para encontrar algo por España", le dijo el jefe. Ni por esas. Desesperaba Borrell cuando recibió una llamada de Mani, uno de los ojeadores andaluces que trabajan para el Barça. Telefoneó desde París, donde la Escuela Heliópolis, que dirigía, representaba al fútbol español en la fase mundial de la Copa Danone, torneo para infantiles. "He visto un crack, un fenómeno: Giovani Dos Santos. Es zurdo y no es que sea bueno, es mejor: ficharlo ya", sentenció Mani. Dos semanas después Gio, (Monterrey, 1989), fichó por el Barça. Desde entonces, por donde pasa maravilla. "Es la perla de la cantera", señala Marc Crosas, presente en el Mini-Estadi el día que pasó la prueba y compañero suyo ahora en el equipo filial. El pasado viernes, en Dinamarca, ya a las órdenes de Rijkaard, marcó un golazo. Es inevitable que ya le comparen con Messi.

"A Gio hay que dejarle en paz. Los niños no hablan, ya tendrán tiempo", afirma Alexanko
"No se parece a Messi. Por su potencia, recuerda al Ronaldo del Barça", dicen los técnicos

Desde el verano pasado, del talento de Giovani Dos Santos sabe el mundo entero. Explotó en Perú, liderando a México camino del primer título mundial del fútbol tricolor. Por 3-0 ganaron a Brasil en la final del Campeonato del Mundo Sub-17. No marcó Gio aquella noche, pero participó en la jugada de los tres goles. "Ve puerta, pero no es un goleador", reconoce Borrell, que recomendó a ciegas su fichaje basándose en el informe de Mani y en el criterio de un viejo amigo marsellés, también entrenador de categorías formativas, al que llamó para confirmar los informes de su colega sevillano. Rifé siguió su consejo e invitó al jugador a pasar por La Masía. Dos semanas más tarde, Gio, su hermano Jonathan -que también juega, como mediocentro, en el Barça-, su madre Liliana -una mexicana de carácter- y su padre, el brasileño Zizinho, ex jugador de varios equipos de la primera división mexicana, estrenaban habitaciones en un hotel de Cornellà, inaugurado dos días antes.

"No se parece en nada a Leo", asegura Txiki Begiristain, director deportivo del Barcelona, que rehúye cualquier comparación. Los técnicos del fútbol base le dan la razón. "Por su potencia, a quien recuerda es al Ronaldo del Barça", dicen. No siendo un goleador, conduce el cuero con idéntica potencia. "No tiene el regate de Leo, arrasa por su potencia", desvelan quienes le han cuidado en la cantera. "Messi es mucho más hábil en el regate y especialmente en espacios muy cortos; Gio tiene una potencia descomunal, conduce más y tiene el tren inferior superdesarrollado para su edad", indica Rodolf Borrell, que le conoció cuando era infantil y le tuvo también en el equipo cadete. Responsables de la preparación física del primer equipo ahondan en ese detalle: "Es superexplosivo y por su extraodinaria constitución física no ha hecho falta trabajar el gimnasio".

Giovani, en ausencia de Ronaldinho y Márquez, será el gran reclamo del Barcelona en el partido que ha de disputar el Barça en Monterrey, en el inicio de la gira por Norteamérica, que empieza mañana. Se supone que allí será autorizado a hablar con la prensa local, pues tratando de liberarle de presión, hasta la fecha se le ha prohibido hacer declaraciones. "A Gio hay que dejarle en paz. Es un chaval de 17 años que debe seguir formándose", asegura José Ramón Alexanko, responsable de la cantera azulgrana. "Los niños no hablan, ya tendrán tiempo", dijo Alexanko, así que el responsable de prensa que ha acompañado al equipo en Dinamarca se ha convertido en su sombra.

Se sabe, por entrevistas que concedió en Perú hace un año, que su primer recuerdo futbolístico le remite "a una pelota que era casi más alta que yo", que su padre ex futbolista se limita a criticar sus partidos -"sólo me dice qué he hecho mal y qué he hecho bien"- y que Messi es un espejo para él, y para el resto de canteranos: "Todos sabemos que si nos esforzamos tendremos una oportunidad como la tuvo él", ha declarado en México. Gio asume, además, que la pierna derecha no la usa para casi nada -"debo mejorar en ese aspecto", comenta- con la misma naturalidad con la que reconoce que conseguir la nacionalidad española le ayudaría a dar el salto: "Nací en México y soy mexicano, pero tengo claro que puede serme útil", ha dicho. En las oficinas del Barça asumen que en cosa de tres meses negociarán un nuevo contrato. "Está verde, es muy joven, pero lo tiene todo para llegar", asegura Eusebio Sacristán, mano derecha de Rijkaard. Por eso, en el club, que no ha querido solicitar todavía la nacionalización -"así nos evitaremos que se repita el caos Messi", aseguran en los despachos- son conscientes de que si todo sigue su camino normal, en tres meses negociarán un nuevo contrato. Se trata de evitar que la perla de Monterrey deje de besar la camiseta azulgrana cada vez que meta un gol.

El mexicano Giovani celebra su gol con el Barcelona en su amistoso de pretemporada frente al Aarhus.
El mexicano Giovani celebra su gol con el Barcelona en su amistoso de pretemporada frente al Aarhus.EFE

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