No descansan en paz...
Quiero referirme en esta carta a los hechos acontecidos el pasado sábado 22 de julio en Ataquines (Valladolid), donde la corporación municipal del PP impidió de forma inesperada e incomprensible el enterramiento de 11 vecinos víctimas de la represión franquista de 1936.
Como testigo presencial de lo ocurrido, ciudadano de una democracia y ser humano, no encuentro explicación ni comprensión posibles a un comportamiento que sólo inflige dolor e indignación a los familiares de las víctimas y da muestras de una falta de humanidad evidente. Me pregunto cómo es posible que algunos que se erigen en tantas ocasiones en defensores de las víctimas del terrorismo no apoyen e incluso pretendan humillar a estas otras; ¿no son acaso víctimas de un terror similar y de una sinrazón semejante?
El proceso de Recuperación de la Memoria Histórica es una necesidad que nos atañe a todos. Se trata de condenar la violencia sin paliativos, de reconocer lo que ocurrió con el único fin de devolver la dignidad a los represaliados y no repetir nunca más los mismos errores de la historia.
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