"Hace falta que la Consejería de Turismo tenga recursos para ejercer como tal"
Veinte años atrás dejó de tener pacientes para empezar a atender clientes. Miguel Ángel Fernández Torán (Valencia, 1955), médico dedicado a la gestión empresarial, preside la Unión Hotelera de la Provincia de Valencia y forma parte de la tríada que encabeza la nueva Federación Hotelera de la Comunidad Valenciana, nacida rodeada de polémica porque aglutina a las tres asociaciones provinciales pero no ha logrado seducir a Hosbec, la poderosa organización de hoteleros de Benidorm y Costa Blanca. Fernández Torán está convencido de las ventajas de la unión de cara a que el presupuesto de la Generalitat reconozca el peso y la proyección del sector.
Pregunta. Llevan tiempo alertando de la saturación de oferta en Valencia y sin embargo no dejan de abrirse hoteles. Antes de la feria del mueble está prevista la apertura de tres de cinco estrellas. ¿Son muy proteccionistas o ellos no hacen bien sus números?
"Hay que superar el ciclo político y entrar en ciclos económicos reales para poder hacer una programación a medio y largo plazo"
"Los eventos que alberga Valencia, que tienen una fuerte carga mediática, no van a durar eternamente"
"El Palacio de Congresos se ha quedado corto y hay encuentros muy interesantes de 10.000 asistentes que Valencia no puede acoger"
Respuesta. Estos proyectos llevan años pensados. Hubo un periodo en que Valencia era claramente deficitaria en plazas hoteleras y cuando se analizó surgieron múltiples proyectos sin conocimiento de que lo estaban haciendo todos a la vez. Esto provocó durante un tiempo más oferta que demanda. El problema en la actualidad no es este. La realidad de los hoteles es mejor y los eventos, que tienen una fuerte carga mediática, no van a durar eternamente. Alertamos de que hemos de empezar a trabajar en la definición real del producto en que se tiene que transformar esta ciudad que ha tenido inversiones y cambios espectaculares. Es muy difícil que una ciudad pueda digerir la apertura de tres nuevos hoteles cinco estrellas, en sus diferentes ámbitos, no sólo el de los clientes, también en el laboral. No hay tantas personas con el grado de formación que los hoteles de cinco estrellas exigen y eso crea algunas tensiones y movimientos en las plantillas de los hoteles de lujo. No sabemos cuál será la demanda del público de cinco estrellas, pero esos hoteles siempre van a tener la opción de moverse hacia segmentos más bajos, lo que supone ocupar otros espacios.
P. También advierten de la caída de rentabilidad, pero el turismo en Valencia no deja de crecer.
R. La rentabilidad varía. El año pasado en el primer semestre hubo una caída de rentabilidad y en el segundo hubo un repunte que la compensó y salvó el año. En el primer semestre de 2006 la rentabilidad se está incrementando. No vamos a tener problemas de rentabilidad hasta que pase la Copa del América, no por los clientes que trae directamente, sino porque es una publicidad de la ciudad como no se podría pagar. ¿Qué ocurrirá cuando la ciudad deje de ser un foco mediático? Tendrá que luchar con sus propias armas que son el producto y no se va a poder trabajar sobre el producto si no trabajan al unísono administraciones y empresas. Hay que superar el ciclo político y entrar en ciclos económicos reales para poder hacer una programación a medio y largo plazo.
P. Acaban de crear una federación a través de la cual pretenden pedir más apoyo económico. ¿Puede concretar?
R. Queremos pedirles que, identificado el peso del turismo y la tendencia que tiene, haya un plan para que los presupuestos sean proporcionados. El sector turístico tiene que tener más dinero. Lo segundo que pedimos es que ese dinero esté vertebrado por el plan estratégico que elabore la Consejería de Turismo. Hace muchos años que el sector reivindicaba una Consejería de Turismo. Ahora hace falta que la Consejería de Turismo tenga los recursos para poder ejercer como tal.
P. ¿Qué esperan recibir, el doble o el triple?
R. Ignoramos la capacidad del Consell para hacer movimientos presupuestarios, pero se precisa más del doble y el triple.
P. Constituir la federación sin el grueso de los hoteles de costa, de alguna forma, ha hecho que nazca una federación de hoteles urbanos. ¿Qué ha fallado?
R. Nos planteamos integrar a todas las asociaciones de ámbito provincial. Hosbec estuvo informada y nuestro deseo es que hubiese estado desde el principio. Hosbec no ha dicho no, ha dicho que necesita que sea aprobado por una asamblea general y no consideraba que hubiese motivos para hacer una extraordinaria. Pero nosotros pensábamos que había urgencia por el momento del año, que es el de la decisión presupuestaria. Y decidimos que porque uno de los futuros asociados, porque confiamos que va a serlo, no tuviese visión de urgencia no debía parar al resto. No es en absoluto un intento de exclusión de los hoteles de costa, y de hecho todos los de Castellón están. Dentro de Valencia encontraremos el mecanismo para que los hoteles de Gandia también se puedan incorporar, porque lo que intentamos es aunar todos los intereses.
P. ¿Por qué las empresas valencianas de hoteles no salen fuera?
R. Porque no hay cadenas o las que hay no vienen de una vocación hotelera. Las que se han generado, bien gestionadas, tienen un ámbito de su zona de influencia.
P. ¿No escucha el sector las recomendaciones de ganar tamaño y competitividad?
R. Sí, pero los niveles de las empresas todavía no han llegado a mucho más que a agruparse para compartir servicios.
P. Dos de los hoteles más emblemáticos de Valencia, Astoria y Rey Don Jaime, han cambiado este año de manos. ¿Hay algún movimiento que explique esto?
R. Son casos muy diferentes. El Astoria era un hotel independiente que tenía competencia con hoteles de cadena y ahora en manos de una cadena va a competir con las mismas armas. Como hotel independiente en ese segmento lo tenía difícil. La venta del Rey Don Jaime es la salida de una gran compañía y la entrada de otra que empieza. Probablemente a los dos hoteles les va a beneficiar este movimiento.
P. ¿Qué evento consigue más ocupación en Valencia?
R. Cevisama. Antes, la feria ponía autobuses hasta Cullera y Gandia. Hoy la mayor parte caben en Valencia. Es decir, el perjudicado del crecimiento hotelero de la ciudad de cara a las grandes ferias ha sido el resto de la provincia. Y hoy lo que se ha quedado corto es el Palacio de Congresos. Hay congresos muy interesantes en el mundo de más de 10.000 asistentes que Valencia no puede acoger porque no tiene sitios donde reunirlos, aunque tiene camas.
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