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Reportaje:MOTOCICLISMO | Gran Premio de Estados Unidos

Vermeulen, como en casa

Pedrosa saldrá el cuarto, por detrás del australiano, Edwards y Roberts

Oriol Puigdemont

Apareció un extranjero en Laguna Seca y dejó embobados a los pilotos estadounidenses, que se las daban muy felices en este particular trazado californiano. Fue el australiano Chris Vermeulen, quien se adjudicó su segunda pole position (1m 23,168s) de la temporada tras la que logró en Turquía.

La Suzuki de Vermeulen asombró en un trazado en el que se maneja de perlas el corredor de Yandina; no en vano ganó aquí las dos mangas de la prueba del Campeonato del Mundo de Superbikes que se disputó en 2004.

Vermeulen, de 24 años, fue el piloto que mejor se aclimató al calor extremo que rompía las piedras y que provocó que los cronos registrados durante la sesión de la mañana fueran mejores que los conseguidos en la tanda definitiva. Vermeulen tendrá hoy como vecinos de parrilla a Colind Edwards y Kenny Roberts, mientras que Dani Pedrosa abrirá la segunda hilera de motos tras anotarse el cuarto mejor registro.

Conocedor de las claves para triunfar en Laguna Seca, Vermeulen voló por el viraje más famoso del mundial: el corkscrew (sacacorchos), como ninguno de sus rivales se atrevió a hacer. El nombre le va al pelo a la curva; una chicane de izquierda-derecha que en su segundo tramo toma la forma de una deslizadera en picado. Al retorcerse, este trampolín precisa de una trazada única si el piloto que la aborda quiere optimizar el tiempo al máximo a su paso por este sector. Aunque para ello se requiere de algo más que destreza: mucha osadía.

La comisión de seguridad del campeonato, formada por Valentino Rossi y Kenny Roberts entre otros, demandó muchos cambios en la pista el pasado año para que EE UU se asegurara una carrera de MotoGP por más temporadas. La organización se aplicó a ello y se inventaron escapatorias donde no las había y se alejaron los peligrosos muros de protección que, en algunos puntos, llegaban a rozar las motos, aunque el viraje que preside Laguna Seca se mantiene intacto.

"El paso por el sacacorchos es el punto clave para la carrera", afirmó Rossi, que abrirá la cuarta hilera de la parrilla tras verse incapaz de solucionar los problemas de puesta a punto de su Yamaha. "Depende de la valentía que demuestres al trazarlo, puedes ganar mucho tiempo o perder aún más", conviene el heptacampeón del mundo. "El problema es que el asfalto nuevo se ha colocado encima del viejo, que estaba muy bacheado, con lo que no se ha ganado mucho y, además, la adherencia tampoco es gran cosa", lamenta el italiano, de 27 años. Para il dottore, la cita de hoy cobra mucha más importancia que la que se disputó el pasado año. Entonces terminó tercero, por detrás de Nicky Hayden y Colin Edwards, pero su superioridad a lomos de la M1 era entonces incontestable. Pero los contratiempos que se le han acumulado este año han llevado al corredor de Tavullia a una situación límite, en la que no puede permitirle a Hayden, quien le aventaja en 26 puntos al mando de la clasificación general, que aumente aún más su cojín a falta de seis carreras para el cierre.

La estadística esta vez se dibuja en contra del piloto de Yamaha: de las siete ocasiones que el Campeonato del Mundo ha recalado en Monterrey, sólo en una ha salido vencedor un piloto nacido fuera del país. Fue el italiano Luca Cadalora, que se impuso en 1994.

"La verdad es que el sacacorchos impresiona más a pie de pista que cuando lo trazas desde encima de la moto", asegura Pedrosa, novato en la pista californiana. "Cuando llegas a la curva encima de la moto haces el tramo de izquierdas y... ¡booom!, ya estás abajo", describe el tricampeón español de 20 años.

Dani Pedrosa, ayer en Laguna Seca.
Dani Pedrosa, ayer en Laguna Seca.REUTERS

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