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Entrevista:MUNICIPIOS TURÍSTICOS | CASARES

"Le agradezco a Gil pasar por la oposición"

El alcalde de Casares, Juan Sánchez, ejerce el cargo desde 1979, salvo cuatro años de paréntesis

Javier Martín-Arroyo

Ser nombrado alcalde con sólo 23 años es propio de un fuera de serie. Pero mantenerse en el cargo 27 años después es más extraordinario aún, algo casi ajeno a la convulsa galaxia política. Salvo un breve paréntesis de gobierno del GIL, Juan Sánchez lleva cerca de tres décadas como alcalde de Casares (Málaga), desde que en 1979 dejó aparcado su oficio de carpintero. Ojos azules y pelo corto erizado, Sánchez es un alcalde atípico que frecuenta las metáforas más cercanas a los proverbios de pueblo. Preside la Mancomunidad de municipios de la Costa del Sol Occidental, hace gala de su militancia comunista y presume de contar con el "mejor colegio público" de Andalucía.

Pregunta. ¿Cuál es la relación de Manilva con el urbanismo en general desmedido de la Costa del Sol?

Respuesta. Me gustaría ser más restrictivo con el ladrillo. Los inversores no tienen patria y Casares los ha estado conteniendo mucho tiempo. Estamos en la línea de 15 viviendas por hectárea, y urbanizar más de lo que hacemos ahora sería bueno para algunos, pero no para Casares. Tratamos de que la carreta no se ponga delante de los bueyes.

P. ¿Cómo ha cambiado Casares en tres décadas?

R. No me he parado a mirar atrás. Los proyectos ambiciosos salen después de comenzar con 40.000 euros de presupuesto, y 30 años después llegar hasta los 15 millones actuales: rehabilitación del centro histórico, de la iglesia del castillo, biblioteca, gimnasio público... son muchos cambios relevantes.

P. ¿Considera que su política local se sale de la norma de la Costa del Sol?

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R. Estamos muy cerquita del socialismo. Soy militante comunista desde los 18 años y pretendo ser de izquierdas, aunque no sé si lo consigo porque los manuales son excesivamente dogmáticos. Pretendo ser consecuente, y si defender lo público es de izquierdas, pues soy de izquierdas.

P. ¿Por qué se decantó Casares por la izquierda en el temprano postfranquismo?

R. El que da primero da dos veces. Hicimos ver a los vecinos que éramos jóvenes y una alternativa seria. Aún así, hoy no sé qué vieron en mí para proponerme como alcalde.

P. ¿Cómo fue el paréntesis de oposición con el GIL?

R. No le había visto la otra cara a la moneda y se lo agradezco a Jesús Gil. Te sirve para recapacitar y tener otra perspectiva. El gilismo en Casares fue una experiencia sin lógica y que se descompuso porque sólo les unía el salario.

P. ¿Por qué ha rechazado el Plan de Ordenación del Territorio (POT) propuesto por la Junta?

R. He votado en contra porque creo que responde a una filosofía y objetivos muy sanos, pero le falta consenso con los ayuntamientos y éste se podría haber evitado con prudencia. Pese a ello, el POT será un buen instrumento para comenzar a entender el urbanismo de otra manera.

P. ¿Cuáles son los puntos flacos del POT y los municipios más afectados?

R. Como presidente de la Mancomunidad apoyé a los compañeros de Istán y Ojén que se quedan como reservas naturales y sin compensaciones por su falta de desarrollo. Además, tenemos unas reivindicaciones claras como el tren litoral, que debería llegar hasta Algeciras, o al menos hasta Manilva.

P. ¿Crece el papel desempeñado por la Mancomunidad?

R. Algunos alcaldes usan un doble lenguaje. No entiendo cómo se puede ser miembro del Consejo de Acosol (empresa pública suministradora de agua) y conceder la gestión municipal a una empresa privada.

P. ¿Qué carencias padece Casares?

R. Necesitamos unas instalaciones hospitalarias apropiadas, porque aún hoy el Ayuntamiento debe pagar una ambulancia propia y un médico 24 horas.

P. ¿Se puede compaginar el progreso con la agricultura tradicional?

R. Es difícil. Mis padres vienen del campo, pero del campo no se vive. Sólo se mantienen las grandes extensiones, no los pequeños agricultores, que esperan a que les llegue un promotor para comprarle los terrenos.

P. ¿Están saturados los 2,6 kilómetros?

R. Vienen turistas por su atractivo, pero hay que tener cuidado con que se sature y tengamos que bajar a la playa en dos turnos. Aunque yo no soy playero, y la primera vez me metí en el agua con calcetines... (ríe)

P. ¿Hacia dónde camina el turismo rural y costero?

R. En Casares hay dos campos de golf regados con agua reciclada de la depuradora de Manilva y llevarán dos hoteles de lujo para potenciar el desarrollo turístico importante.

Premios solidarios

El compromiso del Ayuntamiento de Casares (Málaga), que su alcalde, Juan Sánchez, define como "casi socialismo", no son meras palabras. El 0,7% del presupuesto municipal se destina a unos Premios Solidarios que otorga el Consistorio anualmente a proyectos sociales.

En la cuarta edición, los premiados han sido un proyecto para construir una maternidad en la República Democrática del Congo; un centro palestino de Derechos Humanos de Gaza para el asesoramiento legal de presos palestinos en las cárceles de Israel; y otro proyecto para la reinserción de adolescentes en Salvador de Bahía.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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