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El centro de interpretación de las lagunas de Salburua atenderá a 50.000 visitantes anuales

El edificio estará en uso a primeros de 2008, con una inversión de 4,6 millones de euros

Las lagunas de Salburua, a las afueras de Vitoria, han cobrado relevancia por ser el lugar donde el pasado 30 de junio se detectó el primer caso de gripe aviar por H5N1 de España. Sin embargo, sus valores ambientales son ampliamente conocidos. Ayer comenzó la construcción del centro de interpretación de la naturaleza Ataria, que atenderá a sus más de 50.000 visitantes anuales. El coste de las obras asciende a 4,6 millones de euros, sufragados a partes iguales por el Ayuntamiento de Vitoria, el Ministerio de Medio Ambiente y el Gobierno vasco.

El alcalde de la capital alavesa, Alfonso Alonso, y el secretario general de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, colocaron ayer la primera piedra de Ataria, "una de nuestras principales apuestas para consolidar el Anillo Verde que rodea Vitoria", en palabras de Alonso.

El nuevo edificio ha sido diseñado por un equipo de arquitectos madrileño que ganó un concurso internacional. Tendrá más de 2.000 metros cuadrados de superficie, que incluyen dos espacios expositivos, un pequeño auditorio con capacidad para 100 personas, varias aulas taller y laboratorios, un espacio infantil y una cafetería. Su estructura de madera y vidrio se constituirá en una inmejorable atalaya sobre la que se dominan las dos balsas del parque. Sobre todo, desde el mirador, el reclamo totalmente acristalado que va a permitir contemplar una imagen inédita del parque de Salburua, ya que estará suspendido a una altura de 9 metros y se adentrará otros 30 metros en las lagunas artificiales que se construirán junto al edificio. Junta a estas dos láminas de agua, se habilitarán distintos espacios de ocio, educación e investigación.

Desde Ataria partirán las excursiones en las que está previsto que participen más de 50.000 visitantes en su primer año de andadura. A partir de enero de 2008, el edificio estará abierto al público todos los días de la semana con un mínimo de cuatro monitores.

Alfonso Alonso destacó que la zona, conocida como el sector 15 de Vitoria, entre el Buesa Arena y las lagunas de Salburúa, se convertirá en una referencia arquitectónica de la ciudad: "Además del Ataria, se está construyendo la nueva sede de la Vital, proyecto de los arquitectos Javier Mozas y Eduardo Aguirre, y en breve se pondrá en marcha la ciudad deportiva del Baskonia". El alcalde también expresó su confianza en que este nuevo centro de interpretación se convierta no sólo en la referencia de este humedal sino, "de todo el Anillo Verde, un proyecto fundamental de la ciudad que ocupa ya 6 millones metros cuadrados, con una inversión total de cerca de 18 millones de euros".

Camino verde

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El secretario general de Biodiversidad, Antonio Serrano, también se desplazó ayer hasta la Montaña Alavesa para inaugurar en la localidad de Antoñana un tramo de camino verde que recupera para el paseo 24,5 kilómetros del desaparecido ferrocarril Vasco-Navarro. El itinerario rehabilitado del histórico tres de vía estrecha que hasta 1968 unía Vitoria y Estella, concluye en la localidad de Murieta, ya en Navarra. Incluye tres viaductos de piedra del antiguo ferrocarril, ahora reparados, así como el túnel Acedo, de 1.500 metros de longitud, que se ha iluminado por medio de energía solar. Asimismo, para cruzar la carretera A-132 se ha instalado en Fresnedo una pasarela de madera laminada de 54 metros de longitud y 2,5 metros de ancho.

El recorrido cuenta con dos áreas de descanso; sin olvidar las sombras del millar de árboles que se han plantado en las orillas del camino. El itinerario discurre por las poblaciones de Antoñana, Santa Cruz de Campezo, Acedo, Ancín y Murieta, al que están asociados espacios como el valle del Río Berrón, las sierras de Codés, Lóquiz y de Yoar o la reserva natural del Barranco de Lasia, y los árboles centenarios de Antoñana.

Dentro de los propios núcleos urbanos, se encuentran el Santuario de Ibernalo en Campezo, restos de murallas medievales, casas nobles, molinos del siglo XVII,casas-torre en Antoñana y Campezo, y las estaciones del ferrocarril, algunas ya reconvertidas a otros usos.

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