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Reportaje:Fútbol

Penaltis con método

Un economista español revela en un estudio sobre más de 1.400 tiros, utilizado por el Barça, cómo parar los de los mejores lanzadores

Ricardo, el portero de Portugal, tiene un secreto. Lehmann, el de Alemania, también. Se ha visto en el Mundial: paran penaltis con una frecuencia pasmosa. Y lo hacen tras consultar un papelito en el que tienen apuntado hacia dónde los suelen lanzar sus rivales. Todo se produce en medio de un gran misterio. A escondidas. Con el mismo sigilo que utilizó un directivo del Barça para enterarse de hacia dónde disparaban Henry y Cesc o de hacia dónde se vencía Lehmann antes del Barça-Arsenal de la final de la Champions. ¿Quién le mandó los datos? Pues Ignacio Palacios-Huerta, economista español de la Universidad de Brown, que ha recopilado miles de lanzamientos de penaltis de las Ligas española, italiana e inglesa. El resultado: una lista que detalla el lado preferido por los lanzadores de penaltis más habituales; otra que explica hacia dónde es más probable que se venzan los porteros, y un dato estadístico de lo menos esperanzador: resulta que, tiren hacia donde tiren, las posibilidades de que los lanzadores anoten el penalti no se incrementan. Peor aún: las estrategias del portero y del chutador son impredecibles pese a que, según el nombre de los jugadores, existan más probabilidades de que el lanzamiento vaya a un lado que a otro.

Si hay algo que define un penalti es la soledad de sus protagonistas. Tres segundos hacen un héroe y un villano. Es lo que tarda el balón en entrar o no. Hay que decidir antes del lanzamiento. Y ahí entran las matemáticas. Palacios-Huerta ha demostrado que tanto el portero como el lanzador usan el método Minimax para tomar sus decisiones: "Es elegir el mejor movimiento para ti suponiendo que tu contrincante escogerá el peor para tus intereses".

Las estrategias de porteros y delanteros suelen coincidir. Los dos tienden a descartar el centro por miedo al ridículo: nadie quiere que le retraten plantado en medio de la portería o viendo cómo el guardameta detiene el lanzamiento sin moverse. Los dos tiran o se vencen mayoritariamente hacia su lado natural, la derecha o la izquierda, según sean diestros o zurdos. Allí es donde son más efectivos. Claro que si todo fuera tan fácil no habría emoción: "Cuando un jugador empiece a usar siempre la misma estrategia, el portero tenderá a lanzarse siempre hacia ese mismo lado", cuenta Palacios-Huerta; "en ese caso, el lanzador siempre tendrá el otro lado a su merced y empezará a tirar hacia allí..."

Estudiando más de 1.400 lanzamientos en las tres Ligas más importantes, entre 1995 y 2003, Palacios ha descubierto varios hechos relevantes. El primero: Fabio Capello, el entrenador del Madrid, casi debería felicitarse de que Zidane se haya retirado. Según el estudio, el jugador francés metió su penalti de la final de la Copa del Mundo de casualidad: de 22 jugadores estudiados porque han tirado como poco 30 penas máximas, es el vigesimoprimero. Anota sólo el 75%. Tampoco es de esperar que Buffon, meta italiano, salve a su equipo. En la final de Alemania, decidida en los penaltis, no rozó ni uno. Normal: en el periodo estudiado le metieron el 83%.

"Hay varios lanzadores habituales que son bastante predecibles", explica Palacios-Huerta; "los que no tiran muchos penaltis lo son bastante. Algunos porteros guardan listas de hacia dónde lanzan sus rivales. Y casi todos recuerdan bien lo que hicieron ellos y sus oponentes". Gracias a tanta lista y tanta memoria, delanteros y porteros se han vuelto unos maestros del cálculo de riesgos, de la teoría de los juegos y del concepto de suma cero, que describe una situación en la que la ganancia o la pérdida de un participante se equilibran con exactitud con las pérdidas o ganancias del otro. Es decir, sólo puede ganar uno. Traducido al lenguaje del fútbol: o es gol o no. Y eso tiene consecuencias: hay algunos jugadores que son impredecibles, cabezas locas que cambian de decisión en el último segundo. Ésos son los más exitosos, los que más penaltis marcan. Otros van estableciendo, sin querer, patrones de tiro. Se puede saber hacia dónde es más probable que lancen. Y acaban en las listas de los mejores parapenaltis.

Trezeguet, delantero de Francia, lanza y falla su penalti en la final de la Copa del Mundo.
Trezeguet, delantero de Francia, lanza y falla su penalti en la final de la Copa del Mundo.AFP

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