El detenido por los incendios en Chiclana usó un 'spray' lanzallamas
Francisco Javier Crespo, de 21 años, salió de casa la tarde del miércoles y dijo a su familia que se iba a bañar a la playa. Pero, en realidad, se marchó a una zona de pastizal de Chiclana (Cádiz), próxima a un campamento de verano repleto de niños y, presuntamente, prendió fuego con un mechero y un spray que usó de lanzallamas. Tenía también una silla para observar como evolucionaba el fuego. Después, según su confesión, hizo arder otras dos áreas del municipio. Hoy pasará a disposición judicial. Su familia ha explicado que el joven padece una enfermedad mental.
La Guardia Civil detuvo a Francisco Javier Crespo, vecino de Chiclana, horas después de iniciarse el primero de los tres fuegos que sufrió la ciudad el miércoles. La cercanía del inicio de los incendios y el escaso espacio de tiempo transcurrido hizo sospechar que se trataba de una acción intencionada. La colaboración ciudadana permitió localizar a dos personas. Agentes de la Guardia Civil detuvieron al joven mientras que la policía autonómica arrestaba a un hombre, de 53 años también vecino de Chiclana, quien quedó en libertad al no poderse demostrar su relación directa con estos fuegos.
Crespo sí confesó. Explicó en el cuartel que él fue el autor de los tres incendios, aunque no reconoció abiertamente haber sido responsable de los fuegos anteriores que padecía Chiclana desde el domingo, como los cuerpos de seguridad sospechan. La Guardia Civil le intervino en la detención cinco mecheros y cuatro sprays, objetos, que, según el Instituto Armado, utilizaba como lanzallamas. También tenía en su poder una silla con la que observaba el fuego.
Reiteración de fuegos
El Ayuntamiento de Chiclana había descartado por la mañana que la reiteración de los fuegos tuviera alguna relación con especulación urbanística o recalificación de suelos, debido a la naturaleza de los terrenos quemados. El alcalde, José María Román, condenó los hechos y anunció un plan de reforestación con la plantación de 5.000 árboles. Según el último balance, los tres fuegos de Chiclana quemaron 80 hectáreas arboladas, 30 de pastizales y unas 20 viviendas. Además hubo que desalojar un campamento de verano con unos 700 niños y unas cien viviendas para evitar daños personales.
Los bomberos tendrán que permanecer varios días en la zona para controlar los rescoldos de estos incendios, que ayer volvieron a reactivarse varias veces. También se produjo un nuevo fuego en la zona de Barrio Nuevo de Chiclana, próxima a Conil, donde ardieron 10 hectáreas de pastizal, terreno agrícola y eucaliptos.
La familia del detenido lamentó públicamente ayer lo ocurrido y aseguró que llevaba cinco años sufriendo las consecuencias de la enfermedad mental que padece el joven, por la que habían reclamado su internamiento en un centro especial.
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