La segunda ronda de Málaga comenzará a funcionar en 2009

Las recurrentes colas de tráfico de la ronda oeste de Málaga se mantendrán al menos tres años más. Es el tiempo previsto para que terminen las obras de la ansiada segunda circunvalación de la capital, de 21,3 kilómetros de recorrido. La inversión asciende a 522 millones de euros. Cuando esté acabada, 70.000 de los 175.000 conductores que circulan a diario por la autovía del oeste se trasladarán a la nueva vía para desplazarse, según Fomento.

La ronda de Málaga nació pequeña. Construida en 1992, pronto mutó de alivio en ratonera en la que se atascan a diario miles de conductores. En 1999, la entonces alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos (PP), prometió un segundo cinturón para la capital, la llamada hiperronda.

Pero la solución llegará diez años después. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez (PSOE), anunció ayer en Málaga que la vía estará lista en 2009. Empezará a funcionar de forma simultánea con la autopista de Las Pedrizas. "Será una alternativa a la cada vez más saturada A-45 de Málaga para las comunicaciones con el interior", añadió.

El 44% de los conductores de la ronda oeste se trasladarán al nuevo camino, que se convertirá en recorrido asiduo de 70.000 de los 175.000 vehículos diarios de la circunvalación oeste. Entre ellos, 250 vehículos de mercancías peligrosas, dijo Álvarez.

Las obras de la segunda circunvalación oeste, de 21,3 kilómetros, comenzarán en el primer trimestre de 2007. La vía discurrirá entre Alhaurín de la Torre y la barriada de Churriana, cruzará el Guadalhorce y pasará por el Centro de Transporte de Mercancias hasta enlazar con la ronda actual en las inmediaciones de la presa de El Limonero. Dispondrá de cinco enlaces. El acceso a Málaga se hará a través de la autovía del Guadalhorce.

El recorrido inicial de 15 kilómetros entre Torremolinos y la carretera de Almogía dispondrá de tres carriles ampliables a cuatro. Desde ese punto hasta la actual ronda habrá dos carriles que se podrán desdoblar en un tercero.

Fomento calcula que los conductores se ahorrarán 12 minutos diarios de retraso que "puntualmente" se convierten en una hora. El nuevo recorrido servirá para recuperar hasta 4.200 horas perdidas entre filas de coches que, traducidas a dinero, suponen 23 millones de euros.