Maria Rita, la hija del mito
Elis ha vuelto! ¡Se ha reencarnado en su hija!", se oía hace tres años. Reacciones que rozaban la histeria. La muerte de Elis Regina, en 1982, dejó un vacío en Brasil. "Yo les decía 'no, no volvió, se fue, y yo no vengo a ocupar su lugar'. Las comparaciones entre padres e hijos me parecen algo normal. Si alguien me dice '¡cómo te pareces a tu madre!' no le contesto '¡pues no me parezco nada!" . "Entiendo la nostalgia de la gente. Nadie mejor que yo para entenderlo. Perdí a mi madre con cuatro años. Sólo yo sé lo que pasé cuando murió. Antes de ser Elis Regina era mi madre", dice con voz firme.
Maria Rita y sus dos hermanos administran el legado de la cantante. "Todo lo que quieran hacer con su imagen o sus grabaciones necesita nuestra autorización. Pedro Almodóvar me la pidió para usar una canción en su película. Así que tengo tres papeles: soy hija, colega de profesión y curadora de su legado".
Ochocientos mil discos vendidos, 160 conciertos en año y medio y premios como el Grammy Latino o el Tim a la artista revelación. "Estar en el ojo del huracán es una experiencia que sólo se consigue comprender después de que todo haya pasado. Me parece muy divertido y creo que eso me permite mantener una distancia saludable. Como si fuese un personaje que está allí delante y yo, aquí en mi casa, en el día a día. La Maria Rita que se presenta cantando es una fracción de lo que yo soy. A pesar de que la entrega sea absoluta, sólo es momentánea", explica. "Con el éxito llega una presión muy grande. Hay momentos muy difíciles en los que yo quiero una cosa y las personas otra. Y todo el mundo depende de mí, de mi salud, de mi imagen. A veces me siento cansada".
"Con 16 años leí Cartas a un joven poeta, de Rilke, un libro donde se le dice a un joven, que duda entre seguir la carrera militar o la de poeta, que se pregunte, en el silencio y la soledad de la noche, si podría vivir sin escribir. Aquello me emocionó mucho. '¿Será que yo sobreviviría si no me dejaran cantar?'. Me di cuenta de que no, pero fue lento madurar la idea de convertirme en cantante y aceptar ese destino".
Hija del teclista y arreglista Cesar Camargo Mariano -"mucho más presente en mi vida musical, y en mi vida, que mi madre"- se licenció en Comunicación Social y Estudios Latinoamericanos en Nueva York, donde vivió ocho años con su padre. Además de cursar dos carreras, tenía tres trabajos: la internaron en el hospital con taquicardia. Recuerda que no podía respirar y pensó que iba a morirse. La prescripción médica: ocho horas diarias de sueño.
Con 24 años empezó a cantar temas de Chico Pinheiro con el joven compositor y guitarrista en un local de São Paulo para ochenta personas. La corta temporada se prolongó varios meses. Su primer disco, Maria Rita (2003), lo produjo Tom Capone, fallecido en accidente de moto. El segundo ha sido producido por ella y Lenine. La base es voz, piano, bajo y batería. "Se grabó en directo, sin ediciones, con la misma intención orgánica y natural". En Segundo (2005) está Sobre todas as coisas, una antigua canción de Edu Lobo y Chico Buarque, que ya había grabado Gilberto Gil. Aunque parece preferir inéditas de Marcelo Camelo -Los Hermanos-, Rodrigo Maranhão, Marcelo Yuca o Moska. "Regrabar clásicos es una responsabilidad. Esa canción de Chico y Edu fue la última que decidí grabar y aun así no tenía la certeza de incluirla en el disco. Me quedé pensando, ¿voy a conseguir añadir algo? Brasil ya tiene una tradición importante de compositores. Y mi generación debería crear nuestros propios clásicos".
"Elijo canciones que me provoquen rabia, tristeza o alegría". En castellano grabó el bolero Dos gardenias y un poema de Pablo Neruda (Tus pies) para un homenaje en Chile. Cuenta que llevaba sus libros en los viajes, que los leía en voz alta y que lloraba. "Leí aquel poema grávida de mi hijo, a una semana o diez días de parir, con la voz ronca y cansadísima, la barriga inmensa, y muy enamorada. Me identifiqué mucho porque consiguió traducir una sensación de sorpresa y alivio ante una persona que lo ama. De vez en cuando lo escucho y me conmueve".
Su respuesta sobre cómo se siente en un escenario la habría firmado Elis Regina: "Ahí mando en mí, en todos y en mis emociones, bueno, más me pierdo en ellas que mando. Lloro, doy golpes al aire, me equivoco, me río de mí misma... Siento que puedo ser todo lo que soy. Y es bueno porque dura hora y media y luego me voy a casa y duermo. El escenario es para mí un altar. El lugar más sagrado. Me siento orgullosa de pisarlo descalza, compartirlo con otros músicos y tener esa relación genuina con personas que pagan su entrada porque quieren".
Maria Rita actúa hoy en Huelva (Templete de la avenida de Andalucía), mañana en Cartagena (Patio de Armas) y el 11 en Valladolid (Patio de la Hospedería de San Benito).
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