La autopsia no aclara si el conductor sufrió un desvanecimiento

El estado del cuerpo del maquinista del metro accidentado el lunes no ha permitido aclarar si sufrió un desvanecimiento, según fuentes del Instituto de Medicina Legal de Valencia. La juez autorizó el entierro del conductor, que se celebró ayer, sin que se le practicara la segunda autopsia que inicialmente se barajó. Por otra parte, la fiscalía pedirá que el informe técnico del accidente lo hagan técnicos de una empresa diferente a Ferrocarrils de la Generalitat.

Algunos restos del cadáver de Joaquín Pardo Tejedor, el conductor del metro accidentado, fueron enviados ayer al laboratorio de Toxicología de Madrid para que confirme que, como se desprende de la autopsia, no consumió ni alcohol ni drogas. Aunque después de ese primer resultado se barajó la posibilidad de que se practicara una segunda autopsia, la juez desestimó y autorizó el entierro, ceremonia que se celebró por la mañana.

Los forenses consideran inviable despejar si instantes antes del siniestro Joaquín Pardo sufrió un síncope o algún tipo de indisposición. El maquinista salió despedido por una ventanilla de la cabina del primer vagón, que volcó. El convoy arrastró su cuerpo varios metros y lo destrozó. Según fuentes forenses, el estado en el que ha quedado el cuerpo no permite acreditar si sufrió un desvanecimiento, cuyo origen pudo ser cardíaco, vascular o cerebral. En la mayoría de los casos, esa pérdida de sentido no deja lesión.

Por otra parte, fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana señalaron que la titular del Juzgado de Instrucción número 21, que investiga los hechos, está aún a la espera de recibir los informes que redacten los bomberos, la policía, los servicios sanitarios y la propia empresa Ferrocarrils de la Generalitat (FGV). Ayer, el juzgado aún resolvía cuestiones administrativas de las víctimas, autorizaba la repatriación de fallecidos no españoles y cerraba las últimas reclamaciones de familiares. Además, el juzgado ha hecho el ofrecimiento de acciones a las familias de las víctimas para que se personen en la causa si lo consideran. Las mismas fuentes precisaron que de momento aún no se ha producido personación alguna.

La fiscalía de Valencia prepara la solicitud de un informe técnico que aclare cómo y por qué se produjo el siniestro. La petición aún no se ha cursado. La intención del ministerio público es que ese informe no sea realizado por FGV, sino por alguna otra de las empresas responsables de redes de metro en España.

Al cierre de esta edición, según fuentes de la Consejería de Justicia, tres cadáveres continuaban en dependencias del Instituto de Medicina Legal en espera de completar la triple identificación. Demirova Firds Sali, de origen búlgaro, ha sido reconocida por forenses y familiares directos y está a la espera de la huella que debe enviar Interpol, aunque se han tomado muestras de ADN a sus familiares por si fuera necesario. Sandra Milena Rodríguez Pérez, colombiana, ha sido identificada por familiares indirectos y forenses, pero se esperaba ayer la llegada a España de familiares directos. Angustias Cañas García, de Cuenca, posee un DNI con una huella de difícil lectura. Otra víctima, Fernando Amandi Rodríguez, natural de Cádiz, vecino de Valencia, casado, que había residido en L'Eliana, fue reclamado por su esposa en la madrugada de ayer. A las seis de la mañana presentó una denuncia por desaparición en una comisaría de la policía y horas después lo reconocía en el Instituto Anatómico. La juez dio licencia para su funeral.