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Reportaje:Alemania 2006

La importancia de Perro Rabioso

Del Bosque, Irureta y Clemente creen que a España le falta un Gattuso, fundamental para Lippi y un ídolo en Italia

Genaro Gattuso, célebre consumidor habitual de la muy picante guindilla calabresa, es el único jugador imprescindible para Marcello Lippi. Elegido el mejor futbolista del choque de cuartos entre Italia y Ucrania, fue sustituido por su entrenador para no arriesgarse a que su pieza fundamental quedase fuera de las semifinales. Sin embargo, Gattuso da mucha risa en España. "En nuestro país es una caricatura de todo lo negativo", resume Javier Irureta, que apostilla: "Injustamente".

A Gattuso le apodan Perro Rabioso y apenas tiene cuello. Es un soldado, un luttatore. Esa categoría que en Italia deja entreabiertas las bocas por la emoción y agita las copas de alegría y satisfacción. Totti, el fantasioso media punta, lo consulta todo con Gattuso. Es su hermano. Su compañero de mesa camilla y scopone (un juego semejante a la brisca). A nadie se le ocurre discutir su titularidad, y mucho menos desde dentro del vestuario. "Hay motivos y datos objetivos. La gente se equivoca con él. Si fuera español, estaría en la selección", dice Vicente del Bosque. Los niños, en Italia, se piden ser Gattuso y es uno de los seleccionados con un mayor número de fans. Sí, aunque en España no se entienda.

A los hinchas les pide que griten. A los compañeros les dice cosas al oído, les da golpes en la espalda...

Gattuso bromea con los periodistas, Gattuso charla en un aparte con los aficionados, Gattuso amaga con dar una bofetada a Lippi, Gattuso choca su cabeza contra la frente de Materazzi... Gattuso se niega a hablar con los alemanes porque una vez hicieron un fotomontaje en el que se veía una pistola posada sobre un plato de espaguetis. Gattuso tiene salidas para todo. "Es un cachondo, muy ocurrente, y muy inteligente", dice Luca Prosperi, periodista de la agencia italiana Ansa.

"De la eliminación de España y la continuidad de Italia podríamos sacar algunas conclusiones", comenta Irureta, que concreta: "Hay que buscar la variedad. Esto es como una obra. Tiene que haber arquitectos, pero también albañiles". Gattuso, claro está, es albañil. "Tiene una movilidad fantástica. Por supuesto, defensiva. Pero también es muy dinámico en el ataque", analiza Javier Clemente, que no entiende -"¿dónde está la gracia?"- la comicidad que despierta en España el jugador. "Es muy buen marcador, pero también muy participativo en el juego de ataque", insiste Clemente, que concluye coincidiendo con las tesis de Irureta: "En España no hay nadie que se parezca a Gattuso".

Hace tres días, todos los medios italianos elogiaban al ucranio Timoshuk comparándole con Gattuso. "Es muy parecido a él", comenta una experta de La Gazzetta. "Pero peor claro", dice como disculpándose por haber comparado a Maradona con un futbolista de Segunda.

Gattuso se acerca siempre al fondo donde se arremolinan los aficionados más revoltosos. Llega allí y empieza a parlotear con ellos, a decirles que griten más alto, a mover las manos. Después les toca el turno a sus compañeros. Les dice cosas al oído, les aprieta la cabeza, les da golpes en la espalda... "No para quieto", dice Irureta, que reconoce que "ese tipo de futbolista es muy necesario y hay que tenerle respeto". "A veces es más importante un jugador que tiene el reconocimiento de la plantilla que el que lo tiene del entorno", reflexiona Del Bosque.

Gattuso protagonizó un pequeño escándalo en el fútbol italiano. Se marchó al Rangers, escocés, rompiendo una de esas leyes que hablan de derechos de formación a los canteranos. Desde entonces se cambió la legislación. Tiene una escuela de fútbol en Cosenza, su ciudad natal: "No olvido de donde he salido". "Gattuso es una de esas miles de historias de inmigración, ¡es del Sur!", explica un miembro de la delegación italiana. Considerado en el Norte como un terrone, un paleto, muchas de las simpatías que despierta tienen que ver con su origen humilde y su despierto ingenio. Además, es muy orgulloso. Tanto como para preguntarse en voz alta: "¿Qué tiene Buffon físicamente que yo no tenga?". Y responderse: "Nada". Por de pronto, protagoniza una campaña de ropa interior pese a su aspecto... agreste.

Supersticioso en extremo, nunca habla antes de un partido porque dice que entonces pierde. El pasado viernes, en cambio, sí habló. Y dictó sentencia contra Alemania: "Tenemos que ganar por nuestros padres, por todo lo que ha ocurrido antes contra ellos". A Gattuso, el Ringhio, no le gustan los alemanes. Que se preparen.

Gattuso corre hacia Marcello Lippi, en medio de los abrazos, tras la clasificación de Italia.
Gattuso corre hacia Marcello Lippi, en medio de los abrazos, tras la clasificación de Italia.REUTERS

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