Mundial de cine

Los días de partido del Mundial son veneno para la taquilla, dicen los empresarios de cine y teatro, aunque yo he visto salas llenas a la misma hora en que se retransmitían encuentros con muchas estrellas en el césped. Si ustedes son de los que en estas jornadas de pasión futbolística prefieren quedarse en casa para no perderse ni las repeticiones de la jugada y a la vez les gusta el cine, no tienen excusa: entre otras ofertas en abierto, el canal Cinemanía Clásico de Digital + está programando joyas históricas con categoría de must, ese anglicismo (también vamos a utilizarlos nosotros, y no sólo los locutores balompédicos) que designa lo que debe verse sin falta. Por ejemplo, Curvas peligrosas, deliciosa comedia automovilística dirigida en Francia por Wilder cuando aún no era Billy.

Pero quiero sobre todo destacar Tierra de España, tal vez la mejor obra cinematográfica jamás realizada sobre nuestra guerra civil (estrenada, por vez primera en televisión, por Digital + el pasado lunes, sigue en antena en las próximas semanas). Como todas las películas hechas durante la guerra y en los años siguientes desde uno y otro bando, Tierra de España toma partido y hace propaganda, en este caso reflejando el sitio de Madrid y los esfuerzos del pueblo de Fuentidueña de Tajo por proporcionar alimentos y agua a la capital. El director Joris Ivens, formado en la vanguardia europea y conocedor del gran cine soviético, trasciende sin embargo con refinada elocuencia fílmica su propósito movilizador y sus registros documentales: intervenciones de Azaña, Lister o La Pasionaria, imágenes impresionantes del palacio de los Alba en Argüelles devastado por las bombas. Rodada en 1937, Tierra de España tuvo distinguidos colaboradores: Dos Passos, Hemingway (que dice el texto), Renoir, Aragon, Virgil Thomson y Marc Blitzstein, responsables estos dos buenos músicos de la despistada banda sonora con sardanas y cornetas de la Semana Santa. Ivens, como los mejores fotógrafos extranjeros de los años treinta, nos retrata con curiosidad, sin tipismo: rostros y paisajes del alma de una España en armas.