"El día anterior falló Platini"
Eloy Olaya fue el único jugador que erró en la tanda de penaltis de cuartos de final entre España y Bélgica en México 86
Eloy Olaya llegó al Mundial de México 86 con 21 años, símbolo de una generación de jóvenes jugadores que compartían vestuario con veteranos como Camacho y Gallego. Jugó tres partidos y marcó un gol, pero falló en la tanda decisiva de penaltis de cuartos de final contra Bélgica. España fue eliminada. Para él, fue su único Mundial.
Pregunta. ¿A qué se dedica?
Respuesta. Atiendo mis negocios. Estaba de secretario técnico en el Sporting hace tres meses, pero han entrado unos interventores judiciales y soy uno de los afectados. Estoy esperando a que surja algo interesante en el mundo del fútbol, aunque me he desconectado un poco.
P. ¿Le llama mucha gente cuando llegan los Mundiales?
R. Sí, sí, sí... Estoy colaborando para un periódico de Gijón y me llaman para preguntarme por el Mundial de México. Yo era muy joven y entré en la historia del fútbol asturiano. Tengo buenos recuerdos, pero también tristes por el penalti. Me lo recordaron hace cuatro años cuando Joaquín falló en Corea. Es la historia del fútbol.
"En los entrenamientos acertaba. Tenía claro el sitio, pero no lo tiré ni fuerte ni colocado"
"Camacho era el líder, pegaba muchos gritos. Los días de partido nos ponía las pilas"
P. ¿Cómo fue el partido ante Bélgica?
R. Nos marcó Ceulemans en la primera parte. Luego el dominio y el peso del partido lo llevamos nosotros con el resultado en contra. Ellos eran una selección defensivamente fuerte, se echaron bastante atrás y se nos complicó el partido. En la segunda parte entramos Juan Señor y yo y empatamos cuando faltaba poco [en el minuto 85, gol de Señor]. En la prórroga las fuerzas estaban muy justas, por el calor y la altura. Algunos días jugábamos a las dos.
P. ¿Ensayaron los penaltis?
R. Sí. Los que menos estábamos jugando nos quedábamos más tiempo a ensayar los remates y tirar penaltis. En los entrenamientos acertaba, pero un partido es diferente.
P. ¿Qué pensó antes de tirar?
R. Que iba a marcar, estaba con confianza y concentrado. Quería ponerla entre los tres palos, que es lo fundamental, y que no se marchara fuera. Tenía claro el sitio [al palo izquierdo]. En ese momento era el lugar por el que tenía más confianza, pero mi lanzamiento no fue ni excesivamente colocado ni suficientemente fuerte. Los penaltis en estas situaciones son injustos, nos merecíamos las semifinales. Ellos marcaron los cinco, que no es algo habitual, siempre se ven fallos. El día anterior, en una eliminatoria entre Brasil y Francia, se habían fallado tres penaltis. Fallaron Sócrates, Platini y Julio César. La tensión y los nervios influyen.
P. ¿Qué hizo Jean-Marie Pfaff?
R. Lo normal. Tardó en colocarse más de lo habitual. No me influyó para nada porque son cosas típicas de los porteros.
P. ¿Tiraba los penaltis en el Sporting?
R. Sí.
P. ¿Estaba cansado?
R. Todos estábamos muy cansados a esas alturas, con mucha carga de partidos. La hierba estaba muy alta en los estadios de México. Para nosotros era un inconveniente porque el fútbol se hacía muy lento. Además, acusábamos la altura. Los esfuerzos no tienen que ser tan continuos, porque se nota muchísimo a la hora de mantener la respiración.
P. ¿Durmió bien esa noche?
R. Dormimos poco todos porque teníamos una ilusión tremenda de estar entre los cuatro mejores del mundo.
P. España sólo perdió contra Brasil, el día del gol fantasma de Michel.
R. La sensación desde el banquillo era que el balón había entrado, por la forma en que salió, tan hacia arriba y tan cerca del larguero. La gente alrededor del campo nos dijo que había entrado.
P. En octavos, Butragueño marcó cuatro goles.
R. Dinamarca había hecho el mejor fútbol en la primera fase, pero nosotros hicimos un fútbol grandioso. El Buitre tuvo suerte y acierto. Histórico.
P. Camacho era el capitán.
R. Y el líder del vestuario. En aquella selección había una mezcla de jugadores de gran experiencia como Camacho, Goicoechea, Maceda, Víctor y Gallego, con jóvenes que empezábamos a darnos a conocer: Michel, Butragueño, Tomás, Zubizarreta... Camacho ya pegaba muchos gritos. Era muy motivador, despertaba a la gente. Los días de partido, desde primera hora de la mañana, hacía que nos pusiéramos las pilas.
R. ¿Se vio reflejado en Joaquín en Corea?
R. En aquel momento, ante el balón, tienes una gran responsabilidad. Cuando fallas, sientes tristeza e impotencia, pero hay que sobreponerse.
P. Tiene una peña sportinguista en Bruselas.
R. Se fundó después del Mundial de México por emigrantes asturianos que vivían en Bruselas. El año pasado, en el centenario del Sporting, les visité con Quini.
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