Marion Jones vuelve a reinar
La velocista gana los 100 metros de los campeonatos estadounidenses
Marion Jones ha vuelto. Tiene 30 años. Ya no es la niña mimada de las marcas, las reuniones de atletas y los cazaautógrafos. Sobre ella siguen pesando la sombra del dopaje, la mancha del laboratorio Balco y las palabras de Víctor Conte, su fundador, que le acusa de haber sido una más de las velocistas estadounidenses beneficiadas por el uso de THG, un anabolizante. Con todo eso en contra, Jones se plantó el viernes en Indianápolis para correr los 100 metros en los campeonatos estadounidenses. Venció. La reina del atletismo, cinco medallas olímpicas en sus vitrinas, ha vuelto. Y mandando: se impuso con un tiempo de 11,10s.
Nadie piensa que Jones volverá a dominar unos Juegos como lo hizo en Sidney 2000. Ya no está para eso. Sí para bajar de 11 segundos. Y para disputar la victoria a cualquiera. Así lo indica la categoría de sus rivales del viernes: Lauryn Williams -campeona mundial y plata olímpica en los 100- y Torri Edwards -campeona mundial de los 100 en París 2003-. Así lo marcan también sus circunstancias: agobiada por el escándalo Balco y las lesiones, Jones se pasó once meses sin competir, hasta mayo. Y, por si hubiera dudas, su compañero de éxitos da cuenta del nivel de la reunión: Justin Gatlin se impuso en los 100 metros masculinos con una marca de 9,93s, bajando de 10 segundos por segunda vez en el día. Ni siquiera él, figura del atletismo mundial, fue capaz de robar el protagonismo al idolo caído.
"Es muy satisfactorio ver que he pasado por cosas muy duras durante los últimos años y que ahora he conseguido volver a juntar las piezas. Sé que hay gente que va a dudar de mí hasta el final de mi carrera, pero no puedo hacer nada. Definitivamente, estoy de vuelta. De vuelta y haciendo lo mio", dijo Jones tras la carrera de Indianápolis, donde consiguió su primer título nacional hace nueve años. "Desde entonces he tenido los subidones más altos y los bajones más bajos", reconoció.
Jones ha ganado su primera batalla, la del deporte, que se juega contra el cronómetro y los rivales. Le quedan muchas más. La de las marcas, por ejemplo: ha pasado de gran estrella de Nike a correr en Indianápolis con un uniforme azul y verde sin distintivos comerciales. "Estoy en negociaciones", espeta cuando le preguntan por la falta de patrocinadores. Algunos compañeros, sin embargo, están con ella: "Después de todo lo que le ha pasado [a Jones], creo que los fans son los jueces", dijo Gatlin; "los vi cuando cruzó la línea de meta. La quieren". Normal: Jones ya gana otra vez. La reina ha vuelto.
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