El autor del plan maestro de la Copa pide que el interés social prime sobre la ampliación del puerto

El redactor del plan maestro de la Copa del América, el arquitecto José María Tomás, subrayó ayer en Valencia la necesidad de que la ampliación del puerto de Valencia no sea una decisión unilateral sino que sea pactada y compatible con el futuro modelo de ciudad. Según Tomás, en la remodelación del espacio portuario "deben primar los intereses urbanos o ciudadanos frente a los comerciales del puerto, porque existe una alternativa que es Sagunto". Por la tarde, el Ayuntamiento de Valencia se mostró de acuerdo con la ampliación siempre que la declaración de impacto sea positiva.

El uso definitivo del puente levadizo del puerto sigue pendiente de una decisión

El arquitecto subrayó que la expansión portuaria debería producirse en Sagunto

El arquitecto valenciano, redactor del plan maestro de la Copa del América y autor de la base del equipo suizo Alinghi, expuso ayer en un congreso sobre arquitectura y construcción organizado por la multinacional Arcelor, la importancia de la ordenación del ámbito portuario en el futuro desarrollo de Valencia.

Tomás insistió en que la ciudad está ahora en fase de tránsito hacia una metrópoli "y esto siempre es traumático". El arquitecto valoró la actuación y transformación del viejo cauce del río Turia, que ha servido de nexo de unión entre los dos márgenes de la ciudad, y que debe integrar definitivamente la zona portuaria. Desde 1981 hasta la actualidad se han barajado de 18 a 20 propuestas de integración del frente marítimo en el entramado urbano, pero ninguna se ha materializado, subrayó ayer Tomás.

En este sentido, el arquitecto destacó el aldabonazo que ha supuesto para la recuperación de la dársena la celebración de la Copa del América en Valencia, un espacio de unos 300.000 metros cuadrados cuyo futuro, junto a otros ámbitos anexos, se despejará mediante un concurso de ideas que deberá convocar el Consorcio de la Copa. "Se trata también de solucionar la integración de todos estos cambios portuarios con los poblados marítimos", agregó el arquitecto, que ve la Valencia de dentro de unos años como una ciudad policéntrica, con muchos polos de atracción.

En este marco de reflexión fue inevitable que surgiera el debate en torno a la ampliación del puerto de Valencia. Fuera de la sala de conferencias y abordado por los periodistas, Tomás expuso su opinión con respecto a la remodelación de todo el ámbito portuario. Según subrayó, el concurso deberá resolver no sólo la integración del antiguo cauce con el puerto, sino también la ordenación del Grau y la conexión y recuperación de los poblados marítimos. Acerca del futuro uso de la dársena, Tomás dijo que "la ciudad no entendería una ocupación de la misma que no sea pública". Y añadió: "El futuro de la ciudad lleva una inercia y el puerto deberá de replantearse su futuro".

El arquitecto subrayó que la expansión natural de la actividad comercial portuaria debería producirse en Sagunto. "Sería bueno que el concurso trabaje en esa dirección y ayude a tomar una decisión acerca de si procede otra ampliación o no", apuntó.

Enlazando de nuevo con el futuro de la ciudad, el arquitecto aseguró que el actual modelo "está agotado" y debe abordar una ordenación de carácter metropolitano, que integre también los espacios verdes protegidos de L'Horta. Tomás se mostró convencido de que desde este punto de vista Valencia puede generar un modelo propio, en el que el cauce del río tendrá un papel relevante.

En el congreso se abordó también el diseño constructivo de dos de las bases más grandes levantadas en la dársena, concretamente las de los equipos Alinghi y BMW Oracle. Algunos de estos edificios podrían aprovecharse una vez acabe la competición náutica para usos terciarios.

En la jornada se habló también del futuro del puente levadizo, ya en funcionamiento, que conecta los muelles de Levante y Poniente en el puerto de Valencia. Esta infraestructura, diseñada para descargar del tráfico viario y ferroviario de la dársena interior, ha variado su uso. Ayer, el ingeniero Julio Martínez Calzón, director del Estudio de Ingeniería MC2, responsable del puente, explicó que cuando se hizo el puente no se preveían los cambios que después introdujo la Copa del América. "Posteriormente nos pidieron si existía la posibilidad de dejarlo fijo, es decir bajado, pero al día de hoy no se ha tomado una decisión al respecto", agregó el ingeniero.

Según Martínez Calzón, también se barajó la posibilidad de trasladar el puente levadizo a otro enclave y, de hecho, se mantuvieron contactos con el puerto de Santander para ver si era posible. Al final se descargó porque el traslado y adaptación del puente levadizo a las instalaciones cántabras resultaba excesivamente costoso.

La futura ampliación del puerto se trató fuera del congreso. El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, se comprometió a que las obras no afectarán a las playas urbanas. En una mesa redonda organizada por la tarde por la federación de asociaciones de vecinos, el concejal de Urbanismo de Valencia, Jorge Bellver, manifestó que el Ayuntamiento ve justificada la ampliación y confía en que el Ministerio de Medio Ambiente, con la declaración de impacto, garantice su viabilidad. El catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia especializado en costas Vicente Esteban argumentó que la ampliación, en cuanto al crecimiento de los tráficos, se justifica.

El secretario de Estudios del Grupo Socialista en el Consistorio, Carlos González Triviño, advirtió del riesgo de una expansión portuaria que condenará a las playas del norte de Valencia. Los vecinos de Natzaret se mostraron en desacuerdo con la ocupación extensiva del territorio y denunciaron la desatención que sufre el barrio por parte del consistorio tras las sucesivas ampliaciones portuarias.