"Hay que tener paciencia"

La caja mágica condiciona el juego de Brasil porque obliga a sus delanteros a ejercer de organizadores y de definidores al mismo tiempo. El cóctel es extenuante, provoca intermitencias, y su paradigma es Ronaldo. Para jugadores como el goleador madridista o como Adriano, que llegaron al torneo fuera de forma, los partidos se ponen cuesta arriba. No les alcanza el oxígeno para ocupar tantos espacios. A los que sí, como a Kaká, también se les acaba pronto por más condiciones atléticas que exhiban. El cuarto elemento de la caja, Ronaldinho, evita la fatiga administrándose con mucha prudencia. "He terminado muy cansado", dijo Adriano; "hemos trabajado muchísimo, hemos corrido más que nunca y estoy agotado. El ingreso de Robinho le ha hecho muy bien al equipo. Estaba fresco".

Kaká lo dijo sin matices: "Ronaldo hizo un buen partido mientras aguantó". Robinho entró al campo en su lugar y el héroe de la final de Tokio se marchó cabizbajo. Para despedirlo, la hinchada le dedicó algunos pitos. Como en Berlín. La costumbre que se gestó en el estadio Bernabéu se está instalando en la torcida. Antes del partido, sin embargo, el público quiso animar a su héroe con algunos cánticos: "¡Ronaldoooo, Ronaldoooo!".

"Estoy contento con el gol de Adriano como si fuese mío", dijo Ronaldo; "este equipo está creciendo. Hemos jugado mucho mejor que contra Croacia y hay que tener paciencia. Hoy me he sentido mejor. He tenido ocasión de hacer combinaciones con mis compañeros, he disparado a puerta y los goles... ya llegarán".

Ronaldo, que la semana pasada visitó una clínica tras sufrir mareos y vómitos, ha vivido los últimos días víctima de una gran ansiedad. Desde Brasil, la polémica sobre su presunta gordura, en la que también ha participado el presidente del Gobierno, Lula da Silva, le ha afectado negativamente. Ronaldo tiene cuentas pendientes con la historia. El delantero se presentó en Alemania con 12 goles entre los Mundiales de 1998 y 2002. Su meta es superar la marca del alemán Müller, que ostenta el récord mundialista con 14. Sólo tiene que meter dos tantos para lograrlo. Su técnico, Carlos Alberto Parreira, no le ayuda y le hace lo que más detesta: lo sustituye. Parreira aseguró ayer que el jugador "no está para más de 70 minutos". El técnico dijo que todo progresará en los días venideros.

Ayer el preparador físico de la selección, Moraci Santanna, prosiguió con la polémica cuando aseguró que Ronaldo ha perdido "3,2 kilos" desde que se entrena a su cargo: "Está más retrasado que el resto del grupo y después del tercer partido se acercará más a su mejor forma posible". Uno de sus ayudantes, Paulo Paixas, abundó en las explicaciones: "Ronaldo está haciendo el mismo trabajo que en 2002. Sólo que ahora es más complicado porque en el Madrid ha jugado menos partidos que los que jugó en el Inter aquel año. A partir de los octavos veremos al mejor Ronaldo. Estará al ciento por ciento".

Brasil tiene fe en el futuro. Tiene tanta fe que ayer su apóstol más optimista, Ronaldinho, dio por sentado que todo el Mundial no es sino una fase de preparación para la final de Berlín. "Lo importante", dijo, "es llegar bien a la final".