Materia gris para hacer infraestructuras

La Asociación Española de Empresas de Ingeniería, Consultoría y Servicios Tecnológicos (Tecniberia/Asince) reúne desde hace 40 años a 260 empresas de ingeniería en España, que en total facturan 3.000 millones de euros al año. La asociación funciona como una patronal que se encarga de defender los derechos de sus asociados. Tecniberia defiende las posturas de las empresas de ingeniería y consultoría en asuntos como el Anteproyecto de Ley de Contratos del Sector Público. La asociación, de carácter nacional, funciona a través de distintas agrupaciones territoriales. El 70% de los trabajadores de las empresas asociadas son titulados universitarios.

Los descuentos que practican algunas empresas, que han llegado hasta un 30% del precio licitado, suponen una merma en la calidad de los proyectos

Tecniberia/Asince considera que la competencia de las universidades, que pueden participar en los concursos de ingeniería, es desleal

"Somos los responsables de hacer llegar nuestras quejas a los organismos competentes. Intentamos que se escuchen nuestras peticiones, aunque desde la Administración no siempre nos prestan la atención que nos gustaría", afirma Francisco Cal Pardo, presidente de Tecniberia/Asince. El principal problema que existe en el sector, según Tecniberia/Asince, son los descuentos que se vienen practicando desde hace un tiempo en las ofertas de contratación de redacción de las obras de infraestructuras públicas. "Hace tiempo que venimos denunciando estos descuentos escandalosos. La bajada de los precios cada vez va a más. Si en 2004 era frecuente encontrar ofertas con un 23% por debajo del precio de licitación, en 2005 hemos superado esa marca con ofertas que descontaban más del 30% sobre el presupuesto inicial", denuncia Cal Pardo.

Según Tecniberia, esto trae distintas consecuencias. "Existe la percepción de que los concursos pueden llegar a parecer una subasta entre las ofertas que hayan alcanzado la mayor puntuación en el aspecto técnico; puntuaciones que, por otra parte, se creen tan similares que no acaban dando ventaja prácticamente a ninguna oferta", señalan desde la organización.

"Ante este temor, a los ofertantes no les queda otra salida que ajustar el precio para poder optar a la adjudicación. Esto puede entrañar algún riesgo para la calidad, ya que unas ofertas a la baja tan escandalosas tienen que suponer a la fuerza más de un 15% de trabajo no remunerado para mantener los niveles de calidad exigidos. Incluso puede convertirse en una amenaza para el impulso del I + D + i", agregan desde Tecniberia.

Valoraciones técnicas

Una de las soluciones que proponen es "ajustar los porcentajes en las valoraciones técnicas o económicas. En muchos países de la UE la valoración técnica alcanza un 80% de la puntuación total de la oferta, dejando sólo el 20% a criterios económicos. En España, en cambio, esta relación va del 70% al 40% para la valoración técnica y del 30% al 60% para la económica, por lo que los ajustes en los precios pueden ser determinantes, y se deja más de lado la calidad de las ofertas".

La asociación de empresas de ingeniería, con el nombre actual, nació a finales de 2002, cuando se fusionaron Tecniberia -fundada en 1964 y con una clara vocación de exportar la ingeniería española- y Asince, creada en 1975 y dedicada fundamentalmente a la rama de la consultoría. El carácter exportador de la Tecniberia original se sigue manteniendo en la actualidad: "El 18% de la facturación total de las empresas asociadas se produce con vistas al exterior y pretendemos ir aumentando ese porcentaje", señala Cal Pardo.

La facturación conjunta de las empresas asociadas a Tecniberia/Asince roza los 3.000 millones de euros anuales. Además de servir como interlocutor entre las empresas de ingeniería y las instituciones, Tecniberia/Asince ofrece otros servicios a sus miembros. Por ejemplo, cursos de formación a los empleados; subvencionados mediante contratos-programa con la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo.

En el último plan de formación, que comenzó en junio de 2004 y terminará en mayo de 2006, han participado casi 3.000 trabajadores.

Otra denuncia que hacen desde Tecniberia/Asince tiene que ver con la competencia desleal. La asociación considera que, aunque existe un marco legal para desarrollar las actividades relativas a la consultoría e ingeniería, "dicho marco permite la aparición de desigualdades que distorsionan el mercado".

Tecniberia hace referencia a la aparición de una serie de competidores en el mercado, que son legales, para las empresas de ingeniería. Es el caso de las universidades. Éstas participan como uno más en los concursos de obras. "La universidad, escasa de recursos, ha acudido al mercado de la ingeniería en busca de dichos recursos", critica Pedro Canalejo, vicepresidente de Tecniberia/Asince.

Para la organización, la competencia de las universidades es "desleal". "La universidad está habilitada para participar en los concursos de ingeniería sin requisitos previos tales como que se les reconozca que tienen solvencia acreditada en el objeto del contrato", explica Cantalejo.

Y añade: "A las empresas cada vez se les exige más, tanto en sus acreditaciones técnicas como administrativas y económicas para poder competir en los contratos de la administración pública, tanto en la central, en la autonómica o en la local".

Tecniberia tiene más quejas. "Por lo general los medios materiales de producción utilizados por la universidad están financiados por el contribuyente, en tanto que nuestras empresas precisan financiarse para obtener dichos medios", cuenta Pedro Cantalejo.

Para la asociación de empresas de ingeniería, "ni en lo referente a los impuestos previos al desarrollo de la actividad ni en lo referido a los resultados se puede equiparar a la universidad con la empresa de ingeniería".