"El gol del 'Cuchu' nos define"

"El gol más lindo fue el del Cuchu porque tocamos mucho la pelota", dijo Saviola, que no se acordaba si había sido el segundo, el tercero o el cuarto. La impactante irrupción de Messi con su gol, su pase de gol y su clarividencia para dictar el ritmo del ataque quedó velada por el segundo tanto de Argentina. El último pase lo dio Cambiasso, Cuchu, pero la definición fue el cierre a la obra perfecta de todo un equipo: 26 toques incluido el remate final, varios minutos de posesión de la pelota y una asociación de jugadores en una armonía desconocida hasta ayer. "En esa jugada quedó demostrado lo que somos como equipo", dijo Riquelme, que participó de la acción final junto a Saviola y Cambiasso; "cuando el grupo está unido y feliz, pasan estas cosas. A nosotros lo que nos gusta es manejar el balón".

"Se disfruta más así que viendo a un jugador que regatea a diez y marca", dice el autor de la diana

Riquelme es una esfinge. Los músculos faciales del cacique del equipo argentino están dormidos. Cuando habla, mueve los labios ligeramente. Así, hasta que le mencionan a Maradona. Ayer, repitiendo la liturgia de Hamburgo, Maradona bajó al vestuario a dar la arenga inicial. Tras el encuentro, cuando le dijeron a Riquelme que Diego había estado muy feliz viendo el partido, al chico de don Torcuato se le activaron los nervios. Un rayo le sacudió la espina dorsal. "Nosotros también estamos felices", dijo; "esperamos que haya disfrutado".

El finalizador de la gran jugada salió de la ducha conteniendo su emoción. Haber entrado al campo cuando se lesionó Luis González le pesaba. "Ojalá no me hubiera tocado vivir esto que he vivido", dijo Cambiasso en referencia a su gol; "la jugada se fue dando. Dimos varios toques y fue una buena jugada de equipo. Mientras nos pasábamos la pelota, lo íbamos disfrutando. Y me tocó a mí estar ahí, casi sin haber entrado en calor. Fue lindo porque hay grandes goles como el que hizo Lahm o el de Gerrard, pero éste fue de todo el equipo. Y siempre se disfruta más así que viendo a un jugador que regatea a diez y marca".

Cambiasso se cayó de la alineación contra Serbia tras las dificultades de Argentina en la segunda parte contra Costa de Marfil. En aquel partido el centro del campo padeció continuas pérdidas del balón y cierta rigidez táctica. Pero ayer Cambiasso se liberó. "Hoy, cuando recibía la pelota, veía muchas más camisetas nuestras", dijo; "me sentí apoyado y subí. En el gol, yo le di el pase a Crespo para que definiera él, pero, como vi que le marcaban, subí para apoyarle. Cuando llegué para golpear, me desequilibré. Por suerte, entró".

"El gol sintetiza nuestro estilo de juego, nos define", proclamó Sorín, el capitán: "nosotros sabemos que el camino de esta selección se hace tocando, pero también queremos meter goles a pelota parada, de rebote, como sea. Yo ahora no subo tanto al área contraria como en el Villarreal porque juego de lateral puro. Pero estoy igual de feliz".