El Parlamento de Francia aleja la fusión entre Gaz de France y Suez

La fusión de Gaz de France (GdF) y Suez, forzada por el Gobierno francés en aras del patriotismo económico para impedir la OPA del gigante energético italiano En el sobre la empresa franco-belga, se aleja cada vez más en el horizonte. La necesidad de sacar adelante una ley en la Asamblea Nacional que permita privatizar más allá del 15% de la gasista -la fusión dejaría cerca de un 40% del capital en manos privadas- se está convirtiendo en un obstáculo insalvable para el Ejecutivo francés. Hasta dos tercios de los diputados de la gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP) se han declarado en contra del proyecto.

En este contexto, la visita, ayer, de Romano Prodi a París, donde se entrevistó tanto con el primer ministro Dominique de Villepin como con el presidente Jacques Chirac, parecía dibujar un nuevo paisaje en este asunto a tres bandas. Prodi consiguió arrancarle a Villepin -paladín indiscutible de la fusión- la promesa de una reunión ministerial entre los dos países.

Para saltarse en engorro parlamentario, algunos analistas proponían ayer un intercambio de activos entre las tres empresas; GdF y Suez establecerían sistemas de cooperación, mientras que Enel podría hacerse con la belga Electrabel, el objeto de deseo que está en el origen de la OPA.

Sobre el papel, sin embargo, las posturas aparentan todavía una forma que ya no tienen. Chirac dijo ayer que "las autoridades francesas privilegian las ofertas amistosas y están atentas a la dimensión industrial y social de las grandes operaciones entre empresas", en un claro rechazo a la OPA hostil de Enel. Prodi, por su parte, subrayaba la "necesidad de disponer de reglas de mercado equilibradas, simétricas y abiertas", una clara referencia al obstruccionismo francés.