"Si Ronaldo se moviera más..."

Kaká, con un zurdazo en el minuto 44, dio a Brasil la primera victoria en el Mundial de Alemania y, al tiempo, un récord para la historia: la canarinha encadenó su octava victoria consecutiva y superó las siete de las que podía presumir Italia, conseguidas entre los Mundiales de 1930 y 1938. Como acostumbra, Brasil empezó ganando -sólo contra Yugoslavia, en 1930, perdió su primer partido (2-1)- y lo hizo, como es habitual en su estreno, por un tanto de diferencia: 2-1 a Turquia en Corea del Sur en 2002 e idéntico resultado ante Escocia en Francia en 1998.

El gol de Kaká sirvió además para que el seleccionador de los pentacampeones, Carlos Alberto Parreira, pudiera decir lo que se esperaba en unas circunstancias semejantes: "No jugamos bien, pero ganamos. Queda una victoria menos camino de nuestro objetivo, que es volver a casa con el título". Y pidió a los presentes en la sala de prensa del majestuoso estadio Olímpico berlinés: "Que nadie olvide eso: nuestro objetivo no era jugar bien el primer partido, sino ganarlo".

"No está en su mejor nivel físicamente, pero mejorará", dice Parreira del ariete

"Si Ronaldo se moviera un poco más, el equipo se aprovecharía de ello, tendría más espacios y sería un poco más fácil crear ocasiones", reconoció finalmente el autor del gol que decició el partido. "Hemos de mejorar globalmente. En el ataque no tuvimos la fluidez que esperamos tener, pero también sufrimos contratiempos de marcaje, motivo por el que Croacia nos creó bastantes problemas", añadió.

El jugador del Milan no dudó a advertir de que el equipo está en línea de mejora y que la victoria de anoche genera confianza: "Sabemos que las expectativas son enormes, pero nosotros tenemos que centrar los objetivos. Y el de hoy era sacar adelante un partido que sabíamos complicado". Tal vez lo que no esperaba fueron los dolores de cabeza que les dio el croata Kovac mientras estuvo en el campo: "Nos complicó la vida. Adriano tuvo que trabajar mucho tapando espacios".

En "el Mundial de la salud", como lo calificó Parreira -de ahí, la importancia que tendrá el aspecto físico-, Brasil todavía no está a pleno rendimiento. Parreira cifró en un "setenta u ochenta por ciento" el estado de su selección. "Hemos realizado un trabajo físico intenso para llegar al Mundial con las pilas cargadas jugando amistosos contra equipos inferiores. Nos faltaron un par de partidos que nos dieran chispa", vino a decir.

Dentro del grupo, claro, mereció comentario aparte Ronaldo, al que la torcida silbó al abandonar el campo. "No está a su mejor nivel físicamente. Notó el calor y la rapidez del juego, pero adquirirá pronto su mejor punto de forma", le disculpó el seleccionador, que aclaró: "Esperaba el rendimiento físico del equipo y de Ronaldo. Todos van a mejorar". No empezarán hoy. Los brasileños tienen fiesta.

La otra cara de la moneda cabía buscarla en Ronaldinho. "Jugó como esperamos de él y siempre por el equipo. Trabajo mucho". ¿Jugó con la alegría que esperaba?, le preguntaron. Parreira, que no dejó de beber agua, fue escueto en su respuesta: "Sí, como esperaba".

Ni Ronaldinho ni Ronaldo asomaron por la zona mixta. Sí lo hizo Prso. El croata lamentó la derrota. "No jugamos peor que Brasil", dijo. Las 500.000 personas que siguieron el partido a través de una pantalla gigante en la berlinesa puerta de Brandemburgo le darían la razón.