El abogado detenido por su relación con el asalto a Canals es hijo de 'la envenenadora de Alaquàs'

El abogado detenido junto a otras 15 personas en la Operación Valdés, que ha desarticulado una banda dedicada al asalto a chalés, entre ellos el de Canals, es hijo de María Blasco, una mujer conocida como "la envenenadora de Alaquàs", que fue juzgada en 1989 por homicidio frustrado. La sección segunda de la Audiencia de Valencia la absolvió por falta de pruebas. Los indicios de que el arsénico que causó una indisposición en su marido, Pelayo Amores, entonces jefe de la policía local de Alaquàs, que desveló la ingesta desde hacía meses de arsénico en dosis pequeñas como venganza por celos, no fueron suficientes. El matrimonio, segundo para María Blasco, tuvo cinco hijos, uno de ellos el abogado, nacido en 1965, que ahora está en prisión por su participación intelectual en el asalto al chalé de Canals el pasado 4 de enero en el que murieron dos ladrones por disparos del propietario de la casa. En casa del letrado, la Guardia Civil encontró una pistola, un puñal y unos grilletes. Sobre estos últimos declaró ante la juez de Xàtiva que investiga los hechos: "Eran de mi padre, que fue jefe de la policía local de Alaquàs".

La juez decretó ayer el ingreso en prisión para 12 de los detenidos por robo con violencia e intimidación, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y lesiones. Otras tres personas quedaron en libertad, con la obligación de comparecer una vez a la semana en el juzgado, y acusadas de los mismos delitos. El total de detenidos el pasado viernes fue de 16, aunque la Guardia Civil informó de 17. De ellos, uno lo fue accidentalmente. Un menor, de 17 años, dormía en casa de uno de los detenidos y como había un arma sin tener licencia y el menor no dispone de nadie que le atienda, fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, que ayer confirmó que nada tenía que ver con los hechos y que el menor estaba en libertad, en un centro de protección.

La investigación sobre el asalto a Canals aún sigue abierta. De los interrogatorios -en el que dos de los detenidos sí han facilitado información importante y otros cinco se acogieron a su derecho a guardar silencio- se desprende que quedan por capturar al menos tres personas. En las declaraciones aparece el móvil económico como la razón por la que se decidió asaltar la casa de Francisco Ramírez y Beatriz Ferri en Canals. El letrado, que está sin colegiar desde hace varios años y que ha ejercido la representación de alguno de los también detenidos en asuntos recientes según consta en las actuaciones, conoció a Ferri en una comida entre amigos empresarios.