El debate televisivo tuvo una media de 574.000 espectadores
El debate sobre el referéndum del Estatuto que el pasado domingo mantuvieron dirigentes políticos catalanes en TV-3 tuvo una media de 574.000 espectadores, lo que representa el 19,7% de cuota de pantalla, superior a la media del canal autonómico (17,7%). La audiencia llegó a ser de 768.000 espectadores en el minuto de máxima audiencia, según TV-3. El debate se emitió en horario de máxima audiencia, a partir de las 21.38 horas y con una duración de 104 minutos, y fue el tercer programa más visto durante el día de ayer en Cataluña, afirma la emisora.
El contenido provocó ayer reacciones muy diversas. El presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, interpretó la actitud del líder de CiU, Artur Mas, como "una manera de entrar a saco contra los independentistas" para "frenar la huida de votos de gente del sector nacional más coherente de CiU". Joan Saura (ICV) se refirió a la ausencia del presidente catalán, Pasqual Maragall, en el debate y dijo que "expresa simbólicamente una situación que conocemos, que es el interrogante del PSC" sobre su candidato a la presidencia, algo que el PSC tiene que decidir "cuanto antes mejor". El PSC replicó ayer que Maragall no interviene para que no se confunda su papel en el partido con el de presidente de todos los catalanes.
Destrozo de Carod
El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, celebró que, en su opinión, Mas "destrozara políticamente" al líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, y pusiera de relieve que detrás del no sólo está "el desierto". Duran dijo que tanto las palabras como los gestos y el estado de ánimo que transmitían Carod y el presidente del PP en Cataluña, Josep Piqué, durante el debate, daban a entender que "no se creen lo que están defendiendo, no se creen ni sus argumentos".
El portavoz del PSC, Miquel Iceta, aseguró que se sintió "cómodo" y en ningún caso un "okupa". Iceta fue el único político que intervino en el debate que no era líder del partido que representaba. El portavoz del PSC reconoció el papel que desempeñaron en el debate Joan Saura y Artur Mas, ya que con sus aportaciones "dieron unos argumentos muy poderosos" a favor del sí a la opinión pública catalana.
El dirigente del Partido Popular, Josep Piqué, opinó que se puso en evidencia la "voluntad de no entrar en confrontación" entre el PSC y CiU, aunque vaticinó que "este clima durará relativamente poco", sobre todo con vistas a las autonómicas, en las que ambos partidos son "adversarios". Piqué resaltó la "durísima pugna entre nacionalistas" que se hizo visible a través de la "confrontación" entre el presidente de CiU, Artur Mas, y el de ERC, Josep Lluís Carod Rovira. Además, consideró insólito que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, no participara en el debate y consideró que debe de ser una muestra de que el propio PSC "no confía" en el texto.
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