El fiscal pide cárcel para un hombre que intentó matar a su sobrina

El fiscal ha solicitado 10 años de prisión para José Antonio M., acusado de intentar matar a su sobrina en junio de 2005 de varias cuchilladas porque sospechaba que engañaba a su marido y tenía varios amantes. En el incidente resultó también herido por arma blanca el hijo de la mujer.

El acusado dio una versión diferente de los hechos. Según su declaración, acudió al piso de su sobrina ese día. Pero, una vez allí, no fue él quien comenzó el ataque. Acusó a su sobrina y a su marido de agredirle de forma reiterada. También afirmó que ese día estaba "borracho", y que su única intención al ir a visitar a su familia era aclarar la razón por la que su sobrina no le cogía el teléfono cuando llamaba.

José Antonio M. aseguró también al juez que nada más entrar en el domicilio su sobrina se abalanzó sobre él. Además, el marido de su sobrina, aseguró el acusado, le asestó golpes hasta que quedó inconsciente.

Sin embargo, en el escrito de conclusiones provisionales se considera probado que en la noche del 25 de junio del año pasado, el imputado se dirigió a la casa de su sobrina y que fue él quien inició la agresión con un arma blanca.

Una vez en el inmueble, se entabló una discusión entre la pareja y el acusado. En un momento de la riña, José Antonio M. "sacó un cuchillo del bolsillo de su pantalón" y se dirigió a la víctima. En ese momento comenzó a agredir a su sobrina con la intención de matarla. Además, al mismo tiempo que le acuchillaba gritaba que la iba a matar.

El imputado ha negado que llevara un cuchillo en el bolsillo. También explicó que en ningún momento le echó en cara a su sobrina que estuviera con otros hombres.

Según la agredida, fue José Antonio M. el que entró en su domicilio diciendo que era infiel a su esposo. "Mi tío le dijo a mi marido que yo le engañaba con otros hombres. En ese momento sacó un cuchillo del bolsillo y me lanzó una cuchillada", afirmó.

La mujer también contó que su tío llevaba el cuchillo bien agarrado y que fue necesario derribarlo para desarmarlo. Una versión que corroboró el hijo de la víctima, que narró el relato de la misma forma que su madre.