El gran almirante navega otra vez

El Museo Naval de Madrid conmemora, con una interesante exposición, el quinto centenario de la muerte en Valladolid de Cristóbal Colón, quien fuera Almirante de Castilla y primer virrey de los territorios insulares y continentales por él hallados al otro lado del océano Atlántico. Bajo el título Cristóbal Colón y los mitos colombinos, la muestra da cuenta, en tres salas, de episodios de su vida y ambienta, con sorprendentes vestigios, la época en la que consumó su gesta.

De sus singladuras desde el golfo de Guinea hasta Islandia, amén de su marear por el Mediterráneo, extrajo Colón los conocimientos que le brindaron la audacia suficiente como para atravesar -sin miedo en demasía- el Mar Tenebroso. A él se hizo en Palos de la Frontera con 90 hombres hacinados en tres naves, con poco más de 300 toneladas, durante una navegación que duró desde el 3 de agosto hasta el 12 de octubre de 1492.

Narra la exposición que el feliz momento del avistamiento de la isla hoy llamada de Watling, entonces Guanahani, bautizada San Salvador, fue precedido por siete años de duro itinerar por las Cortes de Portugal y Castilla -envió a su hermano Bartolomé Colón a vender, sin éxito, el proyecto trasoceánico a Enrique VII de Inglaterra- hasta que el sellado del Mediterráneo por los turcos obligó a Isabel de Castilla a apostar porque consumara su sueño de acceder al Oriente por la ruta de Occidente.

La muestra mantiene un relato en el que el hilo conductor no es la vida en sí del marino, ni siquiera sus cuatro viajes al continente ultramarino, de cuantos brinda cumplida noticia; la narración se vertebra en torno a la contradicción entre la imagen del almirante, fantaseada en clave legendaria, y una presunta poquedad humana que la muestra acentúa en el contraste entre su pericia como navegante y su realidad como hombre en perpetua zozobra personal, deformada míticamente durante el Romanticismo por escritores como Washington Irving o Alphonse de Lamartine.

Lo más sustancioso de esta exposición, comisariada por Luisa Martín-Merás, es su escenario, el Museo Naval. Resulta muy difícil subestimar los tesoros que alberga: el principal de todos, el primer mapa que incluyó el mundo naciente, donde el santoñés Juan de la Cosa, patrón de la nao Santa María -antes fue llamada La gallega- plasmó en el año de 1500 todos los saberes geográficos que la Naútica había procurado hasta entonces.. Astrolabios, monedas -una establece que Colón nació en Pontevedra en 1436- maquetas de cocas y de carracas precursoras de las carabelas o documentos sobre el traslado de sus restos desde La Habana a Sevilla, guían al visitante hasta las fechas en las que la brisa despejó las brumas de poniente y abrió paso a la gesta castellana.

Cristóbal Colón y el mito colombino. Martes a domingo, de 10.00 a 14.00. De mayo a octubre de 2006. Lunes cerrado. Entrada gratis. Pº. Prado, 5.