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Entrevista:ILIE NASTASE | Presidente de la federación rumana y 'número uno' en los años setenta | Tenis Roland Garros

"Nadal me recuerda a Connors cuando llegó al circuito"

El buen humor siempre le ha caracterizado. Para el ex tenista rumano Ilie Nastase no existen los malos días o, al menos, eso parece. El 19 de julio cumplirá 60 años, pero mantiene un espíritu joven aunque su físico tal vez le frene un poco cuando salta a la pista con un chándal Adidas más propio de la época en la que jugaba que de la actual. En su palmarés figuran los títulos del Open de Estados Unidos (1972) y el de Australia (1973), así como un subcampeonato de este último (1971) y dos de Roland Garros (1972 y 1976). Pocos laureles para quien convirtió el juego de la raqueta en un arte. Se confiesa admirador de Rafa Nadal, pero sus mejores recuerdos son de Manolo Santana.

Pregunta. ¡Qué época la suya!

"Para mí, Manolo Santana es un ídolo. Tenía un control de la pelota que casi no se lo he visto a ningún otro. Intenté copiarle. No sé si lo conseguí"
"Se exagera al decir que me he acostado con más de 2.500 mujeres. Tal vez, con 400. No son tantas para mis casi 60 años. En 40 años, 10 por año"
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"No me asusta Rafa"

Respuesta. Sí, diferente. Pero tanto entonces como ahora hay buenos jugadores y puede verse un buen tenis [interrumpe la entrevista para cerrar un acuerdo con Emilio Sánchez Vicario: "Tengo una beca para 20 jugadores que irán a tu academia. Les patrocina un banco. Dame un presupuesto".]

P. Su carrera profesional coincidió con el final de la de Santana. Sus partidos eran un espectáculo diseñado por dos grandes artistas.

R. Para mí, Manolo es un ídolo. Lo hacía todo bien y tenía un control de la pelota que casi no se lo he visto a ningún otro. Me gustaba tanto que le imité en muchas cosas. Intenté copiarle y jugar como él. No sé si realmente lo conseguí alguna vez.

P. ¿Fue, para usted, el mejor tenista español? ¿Incluso ahora, pese a la irrupción de Nadal?

R. Lo fue en su día. Pero cada campeón tiene su momento. Él lo tuvo en los años sesenta y ganó dos veces Roland Garros, una el Open de Estados Unidos y otra Wimbledon, convirtiéndose en el único español que lo ha ganado [Conchita Martínez ganó el femenino]. Pero después llegó otro grupo de jugadores distintos. Sergi Bruguera ganó otras dos veces Roland Garros; Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyà y Albert Costa también se impusieron en una. Y Nadal. Pero Manolo siempre será el primer campeón. Eso no se lo puede quitar nadie.

P. Se cuentan mil anécdotas de su etapa en la red. ¿Recuerda alguna especialmente?

R. Me cuesta, porque cada partido era una historia distinta para mí. Pero lo que más recuerdo de mi carrera son los años setenta, cuando creo que jugué mi mejor tenis. El peor recuerdo es no haber podido empezar a jugar antes los torneos internacionales porque mi federación no tenía dinero para pagarme los viajes. No salí de Rumania hasta los 20 años.

P. Siempre fue un tenista distinto y muy artístico. ¿Tendría cabida en el circuito de hoy?

R. Es diferente. Ahora el único jugador que tiene un tenis muy técnico y es capaz de combinar el arte y la fuerza es Roger Federer. La tendencia del futuro es la aplicación de la fuerza. Es un problema en todos los deportes: el fútbol, el balonmano... Todos requieren ya una condición física impresionante y mucha fuerza mental.

P. Fue número uno, ganó dos títulos del Grand Slam y jugó otras tres finales grandes. ¿Siente que se dejó algo en el camino?

R. Tal como le he dicho, empecé a los 20 años. Y eso supone un problema irresoluble para un tenista. Es lo que más frustración me crea porque no pude ganar Roland Garros ni Wimbledon y tenía cualidades para haberlo hecho.

P. ¿Qué piensa de Nadal?

R. Me recuerda a Jimmy Connors [estadounidense] cuando llegó al circuito. Tiene garra y pone mucha pasión en cada bola que pega. Y eso es muy bueno para que la gente se interese de nuevo por el tenis. Rafa es un jugador al que puedes ir ganando por 5-0 y 40-0 y no es seguro que vaya a perder. Ví todo su partido contra Federer en Roma. Perdía por 4-1 en la quinta manga y seguía luchando como si fuera la primera pelota. Pero es que Nadal no es un jugador normal. Si lo fuera no sería el número dos ni ganaría los torneos que gana.

P. ¿Cree que su tenis es comparable al del número uno, Federer?

R. Con el tiempo acabará jugando muy bien en todo tipo de superficies. Su juego evolucionará y mejorará mucho. Creo que no tendrá problemas para ser el número uno algún día. Sin embargo, es verdad que ahora mismo es más completo Federer porque domina más la superficie rápida y ya es capaz de jugar muy bien en tierra batida. Pero también Nadal es ya muy bueno en las canchas rápidas y lo será sobre la hierba. Si no progresa, no será número uno.

P. ¿Qué le falta?

R. Sólo tiempo. ¡Acaba de cumplir 20 años! Y cada día juega mejor.

P. Siempre ha tenido fama de ser muy divertido y sociable. ¿Le ha acabado perjudicando esa imagen?

R. No. Me gusta esta alegría tanto para jugar como para enfocar la vida. A veces me perjudicó, sin duda. Pero en la mayoría de las ocasiones me ha permitido ser muy feliz.

P. ¿Es cierto que escribió dos novelas tras abandonar su carrera tenística?

R. Bueno... Fueron dos libros, pero no fue nada serio. Lo hice simplemente para divertirme. Nunca me consideré un buen escritor. Y no sé si se vendieron. Ésa no era la cuestión.

P. Después se dedicó a la política. Incluso se presentó a las elecciones para la alcaldía de Bucarest.

R. Es cierto, pero sólo fue para probar. Fue en 1996. Salió mal. Luego gané la presidencia de la federación rumana de tenis. Llevo diez años en ella e intento evitar que a los niños actuales les ocurra lo que me pasó a mí. Me quedan tres años más. Y luego... ¡basta! Porque, si no, sería eterno, como [el ex dictador] Ceaucescu. No me gustaría parecerme a él.

P. En su última biografía, Mr. Nastase, se le define como un mujeriego. Se dice que se acostó con más de 2.500 mujeres.

R. Es exagerado. La periodista que escribió el libro me preguntó con cuántas me había acostado en toda mi vida. Hice un cálculo y le respondí que tal vez con 400. No son tantas para mis casi 60 años. En 40 años, diez por año. Ella dijo que debían de ser más. Ochocientas, afirmó. Y escribió que 2.500.

P. También se explica que perdió la virginidad empujado por su amigo y ex tenista Ion Tiriac.

R. Sí, fue en París. Era antes de empezar un Roland Garros. Los dos fuimos a un bar de mujeres y él lo arregló todo. Pero lo más curioso es que allí no pasó nada. Cuando subimos a la habitación, ella me pidió mucho más dinero del que habíamos acordado y le respondí que no tenía tanto. Así que me fui sin estrenarme.

Ilie Nastase, a la entrada de su hotel en París.
Ilie Nastase, a la entrada de su hotel en París.REUTERS

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