Empleo estable y vivienda asequible serán las banderas del PSOE

Inmigración, debate territorial y delincuencia supondrán, sin duda, los temas que más efervescencia alcanzarán hoy en el debate sobre el estado de la nación, porque sobre ellos el PP construirá singularmente su crítica al Gobierno. Ahora bien, aunque el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y, posteriormente, el portavoz del Grupo Socialista, Diego López Garrido, contraatacarán sobre esos asuntos, sus anuncios se basarán en la intención de conseguir empleo estable y que la vivienda no sea una aspiración imposible.

Estas previsiones se trataron ayer en la reunión de la comisión permanente de la ejecutiva del PSOE en la que se hizo un diseño del debate de hoy y mañana. Se dio por seguro que el presidente del PP, Mariano Rajoy, será durísimo con la gestión del presidente del Gobierno durante estos dos años, aunque se recordó que también lo fue el pasado año, cuando todavía no se habían cumplido 12 meses de estancia de Zapatero en La Moncloa. Aunque el debate más duro girará en torno a la política de inmigración y las reformas estatutarias, que Rajoy deplorará, y que el jefe del Ejecutivo tratará de rebatir, tanto el presidente como López Garrido dejarán dichas y comprometidas algunas reformas para estos dos años que restan de legislatura.

Ahora, el presidente está empeñado en conseguir empleo estable y viviendas asequibles para lo que necesita a los agentes sociales, para lo primero, y a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos, para el segundo gran asunto.

ETA, de pasada

En la dirección del PSOE se da por seguro que habrá "referencias" al alto el fuego anunciado por ETA y a las expectativas del fin definitivo de la violencia, según señaló el secretario de Organización de los socialistas, José Blanco. "El Gobierno no tiene intención de debatir sobre este asunto, porque será en otro momento cuando se hable de cómo afrontar esa etapa de alto el fuego permanente", precisó Blanco. En la dirección del PSOE se da por seguro que todos los grupos están en la tesis de no extenderse en este debate.

La polémica y la trifulca vendrán con toda seguridad por el resto de los temas. "Se da la posibilidad de que el PP siga su camino hacia el pasado, hacia Alianza Popular, y diga que España se rompe, la familia se disuelve y la economía se hunde", afirmó Blanco.

Zapatero, y después López Garrido, en nombre de los socialistas, defenderán sin matices las reformas estatutarias y aprovecharán para glosar el borrador del Estatuto de Baleares, comunidad gobernada por el PP, cuyas aspiraciones "superan el Estatuto de Cataluña en muchas materias y, sobre todo, en la financiación a la que aspira el presidente balear, Jaume Matas (PP)", señaló Blanco.

El PP acusa al Gobierno de haber convertido España en un coladero para la inmigración ilegal. Blanco asegura que cuando el PP salió del Gobierno había en España más de millón y medio de inmigrantes irregulares. "Eso sí que era un coladero", replicó Blanco.