Del Liverpool al Espanyol
Paco Herrera será presentado hoy como director deportivo del club blanquiazul
"Renueva cuatro años con nosotros, te subimos el sueldo y vienes sólamente unos días al mes", le sugería el técnico, Rafa Benítez, hace unos meses. Pero él siempre se negaba: "En dos años he pasado 25 días en casa. Quiero vivir con mi mujer y mis [cuatro] hijas". Paco Herrera (Barcelona, 1953) será presentado hoy como director deportivo del Espanyol para las dos próximas temporadas. Tenía decidido volver a España y regresará ya mismo después de haber ejercido como chief scout -un cargo que mezcla las funciones de director deportivo y secretario técnico- en el Liverpool y como técnico del equipo B. Entre otros, sus compañeros y él ficharon a Miqui Roqué (Lleida), a Godwin, un ghanés con pasaporte español, y a un australiano y un austriaco. Todos ellos llegaron con 16 años al club inglés. Ahora, el Espanyol le ha pedido que ponga un técnico y ha elegido a Ernesto Valverde: "El idóneo era Valverde por su humildad, su sencillez y los diversos informes que tengo sobre él". Valverde será presentado el miércoles y su contrato será tan sólo por una temporada.
A Herrera el fútbol le llamó la atención bien pronto. Ya de pequeño, recorrió todos los campos de tierra de Cataluña observando a sus hermanos mayores. A los diez años, sin embargo, se calzó ya las botas por primera vez para defender los colores de la Damm. Y ahí se quedó hasta el último año de juveniles, cuando fichó directamente por el Sabadell, que acababa de descender de Primera División.
Desde entonces apenas ha parado. Debutó en la máxima categoría con el Sporting, en el que permaneció tres temporadas; pasó por el Levante y acabó en el Badajoz. Tras ocho temporadas en el equipo extremeño, en 1988 se desató las botas para siempre, pero le ofrecieron el banquillo del equipo juvenil y la dirección deportiva. Tan buenas migas hizo allí que incluso se atrevió a abrir un negocio de distribuidor de marcas de deporte por las zonas de Extremadura. Después entrenó al equipo de Tercera y al de Segunda B. Otros seis años duró allí, hasta que la directiva vendió el Badajoz. Herrera hizo las maletas y siguió con su peregrinaje futbolístico.
En 1998 aceptó el cargo de técnico en el Numancia, al año siguiente se comprometió por dos temporadas con el Mérida y regresó al Numancia, ya en Primera División. Luego pasó por el Albacete, por el Polideportivo Ejido y por el Recreativo de Huelva. Hasta que su amigo Benítez, después de abandonar el Valencia, le llamó para que viajara a Liverpool. Allí, tras dos temporadas, ha confeccionado una amplia agenda de jugadores. "Pero no es lo mismo para ese club que para el Espanyol", subraya. Aunque admite que los transferibles es otra cosa. "Si no sé yo quienes son...". Herrera empieza hoy mismo un nuevo reto. "Me gusta ganarlos", proclama.
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