La oficina en el portátil

La llegada de ejecutivos españoles a puestos de responsabilidad en multinacionales hace tiempo que ha dejado de ser una sorpresa. Xavier Pascual (Barcelona, 1966) es uno de los representantes de esa hornada, al convertirse en vicepresidente europeo de la división informática del grupo japonés Toshiba. Licenciado en Económicas y master por el Iese, Pascual inició su carrera en el mundo de la auditoría y se incorporó a Toshiba en 1990, como controller financiero. Fue subiendo peldaños hasta llegar a la dirección general de Toshiba España en septiembre de 2000 como primer ejecutivo no japonés a cargo de una filial. La matriz del grupo le ha dado ahora el mando de la región europea que comprende Italia, España y Portugal, con una facturación conjunta de 600 millones de euros.

"Una semana en Milán, una semana en Madrid y a caballo entre Lisboa y Barcelona". Así describe Pascual su día a día al frente de Toshiba. Casado y con dos hijos, no le ha quedado más remedio que convertir su ordenador portátil en su oficina, con las particularidades que se derivan de trabajar para una multinacional nipona. "Los japoneses exigen compromiso y lealtad a la compañía, y coherencia con los mensajes que se transmiten", asegura. Sus colaboradores definen su estilo de gestión como respetuoso y partidario de la discusión y el diálogo en el proceso de toma de decisiones. "Intento delegar y definir de forma clara lo que cada uno tiene que hacer", dice de sí mismo.

Y con respecto a la promoción de ejecutivos españoles al frente de multinacionales, su opinión es clara: "Los profesionales latinos suelen ser prácticos y perseverantes, y las multinacionales empiezan a valorar la savia nueva que llega del sur de Europa, gente que aporta una energía y creatividad que tal vez se da en menor medida en los ejecutivos que proceden de otros lugares. Pero la evolución de los profesionales españoles no puede entenderse sin el recorrido de las empresas y, en general, de la economía española en los últimos 20 años".

Sus nuevos objetivos para Europa pasan por llevar a Portugal e Italia algunas de las prácticas que ha consolidado ya en la filial española y aprovechar las ya famosas sinergias. "Se trata de aprovechar las ventajas del volumen y de los recursos de cada país y del hecho de que tanto España como Portugal e Italia estén en una senda de crecimiento". Y lanza un aviso a su equipo: "El éxito es la única fórmula para hacer carrera en una multinacional".