Un cantaor de leyenda
Cádiz recuerda a El Mellizo al cumplirse el centenario de la muerte del artista
Enrique Jiménez Fernández, El Mellizo, nacido en Cádiz en 1848, falleció un 30 de mayo 1906. Cantaor de leyenda y reconocido creador de estilos -además de reputado matarife, puntillero y banderillero de las más famosas cuadrillas de la época-, el centenario de su fallecimiento ha logrado movilizar a aficionados y profesionales de su ciudad natal para rendirle un homenaje sincero al que, finalmente, se han sumado las instituciones. Ya en el mes de diciembre del pasado año, la peña flamenca que lleva su nombre dedicó a la efeméride su semana cultural con un ciclo de conferencias y recitales de cante; pero es ahora, en torno a la fecha señalada cuando se acumula la mayor parte de la celebración.
Los actos concluyen el próximo martes con actos vecinales e institucionales
Desde el pasado lunes y hasta el próximo martes, Cádiz reúne una buena serie de actos que van desde conferencias a mesas redondas, y un gran festival de artistas gaditanos que tuvo lugar el pasado miércoles en el Gran Teatro Falla. Dos entidades principales han estado detrás de estas iniciativas. De un lado, la Cátedra de Flamencología de la capital, que ha venido dedicando sus tertulias semanales a analizar la figura y el legado artístico del cantaor y, de otro, la asociación de vecinos Las Tres Torres que, entre otras acciones, ha promovido la apertura de una calle con el nombre del artista, y una programación conmemorativa que ha incluido nuevas conferencias y unas actuaciones muy especiales, en tanto que se han celebrado en patios vecinales del barrio que vio nacer y morir al cantaor, el gitano y flamenco de Santa María.
En la serie de conferencias, se ha analizado tanto la aportación cantaora de El Mellizo como las variadas facetas de una vida que ha estado rodeada de un hálito de leyenda y a la que ahora, a la luz de una nueva y más rigurosa investigación, se le van añadiendo algunos, aunque siempre limitados, nuevos datos. Así, el doctor Guillermo Boto, gran especialista en la materia, describió el panorama taurino con el que el artista mantuvo una más que cercana relación. Además de sus ya señaladas funciones de puntillero y banderillero, El Mellizo parece que actuó como agente de artistas para las fiestas de las cuadrillas tras las corridas. El investigador local Félix Rodríguez, por su parte, expuso en diferentes escenarios el ambiente de las familias gitanas del barrio que él ha estudiado exhaustivamente y que entroncan con las principales dinastías cantaoras de la capital y de la baja Andalucía. Pero puede que haya sido el joven estudioso Antonio Barberán el que haya aportado las principales novedades. En la mesa redonda celebrada el pasado martes en la sede de la Asociación de la Prensa gaditana, ofreció a la nutrida concurrencia la necrológica aparecida en la prensa local al día siguiente del fallecimiento. Su lectura obliga a la revisión de algunos de los tópicos sobre la personalidad del cantaor, especialmente aquellos que hacen referencia a su carácter lunático o errático, ya que el anónimo cronista habla de "sus agudezas y ocurrencias saladísimas y genuinamente gaditanas", y lo engloba en "aquella generación de artistas chuscos y personas con gracia que, en la segunda mitad del siglo pasado, se hicieron notar por aquí en la afición al toreo, a los cantos de la tierra y a los chistes propios de Andalucía".
El festival, celebrado en el Teatro Falla, reunió a casi una treintena de artistas gaditanos de, al menos, tres generaciones. La ocasión sirvió para escuchar a cantaores ya retirados, como Paco del Solano, Joaquín Alegría o Chiquito de Cádiz; a otros en plena madurez, tal es el caso de Felipe Scapachini o Carmen de la Jara; y a una buena representación de la joven generación que lleva el nombre de Cádiz más allá de los límites de las Puertas de Tierra. Son los casos de El Junco en el baile, Ricardo Rivera en el toque, y Encarna Anillo o Miguel Rosendo en el cante. Con ellos, además, la función ofreció la posibilidad de escuchar los estilos más netamente gaditanos, que es lo mismo que decir melliceros: la seguiriya y la soleá, las alegrías y la imponente malagueña doble que Scapachini bordó de forma canónica. El festival trajo también una buena noticia. En el transcurso del mismo, Gonzalo Rojo, Presidente la Fundación de Arte Flamenco anunció la buena disposición de esa fundación para que Cádiz sea sede del próximo congreso internacional, oferta que gozó de buena acogida por parte del delegado de Cultura municipal presente en el acto. Ciertamente, un congreso dedicado a la figura de El Mellizo ha sido la demanda más compartida tanto por artistas como Enrique Morente, como por todos los aficionados.
Los actos conmemorativos concluyen el próximo martes. El Ayuntamiento y la Cátedra de Flamencología le rinden el homenaje institucional y la asociación de vecinos Santa María también ha preparado actos.
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